MANIFIESTO DEL ARBOL
Cuida siempre de mis nidos
y mis ramajes floridos.
En mi tronco y mis raíces
no quiero ver cicatrices.
Cuida de mi fruta verde
pues madura no se pierde.
Si es tu amigo el que me nombra,
recuérdale que doy sombra.
Sálvame del que se empeña,
en hacer del árbol leña.
Y del hacha y del hachero,
como el rayo traicionero.
Salva la flor de mis ramas,
de la angustia de las llamas.
Venme a regar con tu mano,
en los días de verano.
Y dile a aquel que me ignora,
que el que por mi lado pasa,
siempre orgullo estará
porque encuentra en mí su casa.
En mi follaje se encierra,
vida, amor, canción y vuelo.
Tengo la raiz en tierra
y la copa abierta al cielo.
M. Felipe Rugeles
diusteño