memoria Hace unos días paseando por un bosque de encinas que habían podado y aclarado, vi que habían dejado por el suelo muchos trozos de ramas de distintos árboles y arbustos con formas diferentes. Algunas de ellas me recordaban los complementos de las angarillas o aperos de la barcina, pero sus nombres. Al final sí, me acordé de la tarabita y el garabato, y por extensión del cintero la angarilla la hacina la horca el trillo o el bieldo. En fin de todo un día de era. Cuando voy al pueblo y paso por el Barrio Alto me paro siempre a mirar una casa que tiene una buena colección de aperos del campo. Disfruto mirándolos, le agradezco a su dueño que dedique espacio y tiempo para ello, y espero que siga aumentando su colección. Aunque no recuerdo haber visto tarabitas ni garabatos. Tengo que ir a comprobarlo. ¡De San Juan no pasa! |