Villanueva de San Juan - Sevilla

Soy urbano, es decir vivo y he trabajado casi siempre en la urbe, ahora ya estoy jubilado. Tengo un huerto arrendado, el agua es de contador y se paga bien, y tengo que compartir las coles y las espinacas con conejos, tórtolas turcas, o palomas de ciudad ¡están a cientos! Al principio no ganaba para cabreos, había cogido el huerto para sacarle rendimiento económico, y más de una vez pensé en dejarlo.
Ahora me lo miro de otro modo, cuando siembro algo le coloco una red de los chinos (6X 5m. tres euros y medio, menos que un paquete de tabaco y dura más) voy y vengo andando y procuro ser lo más respetuoso posible con el medio sin mirar a como me sale el tomate o la berenjena.
Cada vez paso más tiempo en mi huerto. Y no es que sea grande o que esté siempre cavando, la mayor parte del tiempo la paso mirando las plantas, a veces algún pájaro. En invierno y primavera es un petirrojo, el cual cuando estoy cavando se acerca casi hasta los pies buscando las lombricillas que voy sacando al remover la tierra. Pero este verano la estrella ha sido, todavía lo es, un lagarto. Este si es mas desconfiado y cuesta más observarlo. Tiene su casa en un talud que mira al sur y hace linde con el huerto, allí es donde se refugia cuando llego y de donde sale cuando cree que no estoy. Esta mañana cuando he llegado he visto “a mi lagarto” enredado en una red que puse para proteger unas lechugas y brócolis que había plantado un par de días antes, estaba cogido por la cabeza y las patas y no se podía mover pero cuando se le acercaba la mano abría la boca amenazando. Costó desenredarlo, pero entre mi amigo Paco y yo lo conseguimos.
Tengo que reconocer que los productos no salen baratos, o al menos así me lo parece, también es verdad que mi mujer está cansada de tanta cebolla y tanto pimiento -¡No voy hacer berenjenas todos los días!-Me dice.
Pero cuando estoy en el huerto me siento libre, las espinacas aguantan estoicamente hasta que les quito la hierba o les doy un riego. Si hablo con el petirrojo o me paso media mañana mirando el lagarto, no hay col, rábano, o lechuga que me recrimine nada.
El huerto es un buen lugar para viejos, y si se te olvida el móvil mejor.

Ya veo que le sacas bastante y buen provecho a tu huerto y, en concreto, inspiración para componer un bonito relato. Que te vaya bien con el huerto. Saludos. J. Ruiz Q.

Gracias.
Es una manera de pasar el tiempo; ahora que me queda menos es cuando más tengo. Saludos