Villanueva de San Juan - Sevilla

Me crié en la España del nacionalcatolicismo y tuve un cura como maestro, por lo tanto era español y católico por los cuatro costados. Cuando fui un poco mayor mis creencias en dios se debilitaron bastante, no podía soportar que estuviera en todas partes y que lo viera todo, me sentía vigilado y no había manera de quitármelo de encima ni en los actos más íntimos y solitarios. Además eso de ser todopoderoso e infinitamente bueno no cuadraba muy bien con el mundo que veía.
Lo del orgullo español también se me pasó, me daba la sensación de que si eras pobre era lo mismo ser de un país que de otro, estabas jodido igualmente, y me hice comunista internacionalista. Después vino la caída del telón, del muro, y se vio que todo aquello no era más que una farsa, un desastre.
Se me abrieron los ojos y vi que lo mejor era la democracia y el liberalismo, entendí que si uno es listo y trabajador se pueden conseguir grandes cosas. Trabajé duro, muy duro, hice dinero. Mi asesor financiero me aconsejaba bien, entendí que llego el momento de tener una casa que hiciera honor a mi estatus, mi asesor financiero que a su vez era el director de la caja de ahorros con la que trabajaba me lo puso clarísimo, ellos me darían la totalidad del valor a un interés máximo del cuatro por ciento y yo podría poner el dinero, en un producto que solo se lo ofrecían a clientes especiales, a un interés mínimo del ocho por ciento. Pan comido
El banco se quedó la casa (la caja de ahorros ahora es un banco) y mi mujer, como consecuencia de mi divorcio, los derechos sobre lo que después supe que eran preferentes.
Ya no creo ni en dios ni en España ni en la política. Ni en mi mismo, Bueno, hay una frase de un político español que comparto ¡viva el vinoo!
Ay mi Marianico

Yo si soy creyente, y pienso que Dios nos ayuda, y mucho, y nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, también nos ayudan, de los que no hay que fiarse es de los banco por que ellos están para ganar dinero" y como lo ganan" engañando a todos los que pueden engañar, lo que no podemos pesar es que un banco nos va a dar duros a cuatro pesetas, pero baya ni el banco ni nadie, y sobre lo de que te hiciste comunista te diré que ningún partido te da nada, lo que uno quiera se lo tiene que ganar uno mismo, los políticos solo nos sirven para que España baya mejor o para que la hundan, los políticos solo barren para ellos.

En relación con lo que expone espitama, que no sé si es real o ficticio y que a lo mejor lo trae a este foro con el fin de promover un debate, tengo que decir que, de forma más o menos parecida, esto lo he oído antes a otras personas. Sea como fuere, real o ficticio, quiero responder por lo menos para que este relato no caiga en saco roto: En materia de fe o de religiosidad, cada persona tiene la suya, o no la tiene, y no seré yo quien le diga en que dios tiene que creer, pero a lo mejor, si en vez de ese dios que le enseñaron, que parece un guarda jurado de campo siempre buscando culpables para castigar, le hubieran mostrado a un dios padre, bueno y misericordioso como el que presenta el Evangelio de San Lucas, la cosa hubiera sido distinta en este aspecto por los menos.
En cuanto a lo de la política, también se es libre para escoger lo que mejor conviene y, en este caso escogió lo que él creía el mejor instrumento para implantar un sistema y una sociedad más justa e igualitaria. Pero un conjunto de cosas adversas y fuera de su control también dieron al traste con su idea,
Del banco lo mejor que se puede hacer es ni pasar por la puerta, darle rodeo, por lo menos por la acera de enfrente, y desear que todos los perjudicados por las preferentes, pronto recuperen lo que los bancos con engaños le quitaron.
En cuanto a lo del vino, hasta en la Biblia se habla bien de él “y el vino que recrea el corazón del hombre”, dice el salmo 104, pero no dice nada de la cirrosis hepática. Espero no haber molestado con mi comentario y a espitama le deseo lo mejor. Saludos.

El aceite le dará brillo a su rostro y el pan fortificara su corazón
Aprecio cuando alguien escribe con nombre y apellidos, según mi parecer demuestra autoestima y seguridad. Yo en cambio prefiero el pseudónimo, no quiero que me echen en cara si alguna vez se me escapa alguna mentira.
Estoy de acuerdo en que cada uno tiene su fe y su religiosidad, y respeto sinceramente la de cada uno, pero a mí me queda muy poca.
El dios que a mí me enseñaron es, o al menos así lo entendí yo, un dios cruel y vengador, un dios que cuando un pueblo se descantilla lo arrasa (véase Sodoma y Gomorra) sin tener en cuenta zagales ni viejos ¡liquidao! Un dios que a su seguidor insignia le ordena que mate a su hijo, su único hijo, total para ver hasta qué punto estaba comprometido con el, sí, después le dice que no y todo eso pero el mal rato se lo hace pasar, también están Job y otros pero la cosa se alargaría mucho. Después vino Jesús que era, por así decirlo, como más de izquierda pero todo quedó en nada la cosa siguió más o menos igual.
En cuanto a la política es verdad que uno puede votar a quien crea, la cuestión es si el político después se acuerda de que dijo digo y no diego.
A los bancos por favor no me los toquéis, cumplen una función social de primer orden, no tenéis más que ver la televisión, haces una llamada y de momento te dan seis mil euros.
Y conque de mi ex no quiero hablar ya estamos donde empezamos, el vino alegra el corazón del hombre, Ergo bibamus.
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