Pilas - Sevilla

Cuando lo obvio resulta desconocido: la conmemoración del 12 de octubre, ¿de qué Fiesta Nacional hablamos?

Cada vez que se acerca la fecha del 12 de octubre, el Ministerio de Defensa aprovecha el día de la Fiesta Nacional de España para darnos su versión de lo que son las actividades de las Fuerzas Armadas. Este año ha insertado en la prensa un cartel en el que destaca los logros de los Ejércitos y que se resumen en las 130 actuaciones contra los piratas en el Índico, las 30.000 personas atendidas a consecuencia del devastador terremoto de Haití, las 80 intervenciones de la UME para atajar incendios, inundaciones y nevadas y, por último, los más de 2.500 militares y policías formados en Afganistán a lo largo de 2010.

Acciones todas muy meritorias, que responden a la realidad, y de las que lo menos que cabe decir es que son todas las que están., pero no están todas las que son, ya que no hacen resaltar la misión más importante que es la de defender día a día a todos los españoles, tal como se estipula en el artículo 8 de la Constitución: 'Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional'.

Es un texto abstracto que se concreta a diario en el trabajo de algunas de nuestras unidades militares, en las misiones contra los piratas, entre los escombros de Haití y en la formación de las fuerzas afganas. Pero que no refleja la tarea de nuestros soldados combatientes, que se juegan a diario la vida en Afganistán, Líbano y Bosnia o la de los que hubieran podido actuar en situaciones en las que nuestros connacionales han sido amenazados en el extranjero mediante ataques o secuestros.

Y como puede observarse en el cartel propagandístico, hay cuatro imágenes, pero ninguna corresponde a militares españoles. Es más, la única efigie de un soldado que aparece es la de un afgano al que se supone que se ha formado con el contingente español. Y al lado se puede leer: 'Sus logros son de todos'. ¿Los logros de quién? ¿Del soldado afgano o de las tres imágenes restantes que pertenecen a una sonriente niña haitiana, a un viejo marinero de agua dulce y a un anciano respetable?

Una vez expresado lo anterior, no hay que olvidar que el 12 de octubre es la Fiesta NACIONAL, es decir, referida a la Nación Española compuesta por un pueblo, un territorio, una identidad labrada a lo largo de muchos siglos de historia. La celebración de la Fiesta Nacional olvida al pueblo español. Es decir, la Fiesta Nacional no es el día de las Fuerzas Armadas, que tiene reservada otra fecha en mayo, por mucho que se pueda leer en algunos medios de prensa o escuchar en los audiovisuales. Quizá sea una justificación inconsciente -o no- de ese olvido.

La celebración debería ser, como ocurre en otros países occidentales, una celebración popular en las calles, en la que el desfile militar es uno más de los actos importantes. Una ocasión para lucir la bandera nacional, tal como los ciudadanos la han ondeado en la vía pública o exhibido en los balcones, con motivo de los recientes triunfos futbolísticos de la Selección y en señal de un deseo latente durante mucho tiempo de mostrar los sentimientos de unidad y entendimiento por encima de otros asuntos de menor calado en los que cabe la disensión.

Parece como si en esto hubiera una deliberada desafección institucional, que se va incrementando con el paso de los años, como si se tratara de un mandamiento molesto con el que hay que cumplir porque no queda más remedio.

Otros países lucen orgullosos su bandera; aquí al parecer los complejos no permiten hacerlo. Qué triste situación y qué buena propaganda doctrinal la socialista que ha logrado plenamente sus objetivos. Ni nos queda nación, ni estamos para fiestas.