Pilas - Sevilla

Un esforzado golfista de fin de semana termina su partida del domingo y se dirige en coche a su cas, donde le espera su mujer. En el trayecto se para a ayudar a una bonita joven en su coche echando humo y decide acercarla hasta el taller más próximo. En el camino la joven agradecida se pone melosa y le invita a aparcar en una zona apartada donde terminan practicando el deporte más antiguo del mundo.

De camino a su caslos remordimientos le atormentan. Nunca hasta ahora había sido infiel a su mujer y siempre le había sido sincero. Armado de valor decide contarle su aventura.

Su esposa le recibe con muy mala cara por el retraso:

-¡Vaya horas! cada vez vienes más tarde. No se puede contar contigo para nada.

- Cariño, siéntate y deja que te explique. Tengo que contarte algo. Cuando venía hacia casa había un coche averiado en el camino, hacía mucho calor...(le narra toda la historia)... y ya ves, no puedo vivir con este peso y he tenido que contártelo. Sólo espero que puedas perdonarme...

- ¡Jovencitas, coches, aventuras...!¿y tu piensas que me lo voy a creer? ¡Lo que pasa es que te has quedado a jugar 27 hoyos y no sabes qué escusa poner!