Pedrera - Sevilla

ABC


Si IU tuviera la llave Benito Fernández 11-7-2009 04:05:27

IMAGÍNENSE que las elecciones autonómicas andaluzas se celebraran ahora. Sigan imaginando que Zapatero continúa haciendo de las suyas, que el paro en Andalucía llega al treinta por ciento de la población activa, que Griñán no despega como futuro candidato y que Chaves se ve obligado a dimitir de vicepresidente por el escándalo de la subvención a la empresa de su niña. Una situación ideal para que se pueda llegar a una especie de «empate técnico» entre los dos partidos mayoritarios. Es verdad que aún queda mucho tiempo (tres años) y que, con la suerte que tiene Zapatero y lo mal que lo está haciendo el PP de Rajoy, la situación puede cambiar y mucho. A día de hoy, tal y como están las cosas, con el PA como fuerza residual a punto de desaparecer y con los restos del naufragio de IU casi absorbidos por el PSOE, el reparto de los 109 escaños del Parlamento andaluz podría quedar en un ajustado 54-53-2. Arenas sueña con ello. No crean que sería tan imposible. La política es imprevisible siempre y cuando los políticos sepan reconducir las malas rachas. El caso es que, de producirse esta situación, Andalucía, como le ha ocurrido al Ayuntamiento de Sevilla, podría quedar en manos de los dos diputados de Izquierda Unida. Sigan imaginando a un diputado de IU tipo Antonio Rodrigo Torrijos que tenga la llave de la gobernabilidad, es decir sartén por el mango y el mango también y que sea nombrado, gracias a su apoyo parlamentario al PSOE para que éste tenga la necesaria mayoría absoluta, vicepresidente de la Junta de Andalucía. Los viajecitos a Cuba y Venezuela y las subvenciones a los «amigos de la revolución latinoamericana» podrían dejar tiritando el presupuesto de la Junta. Y no digamos si pone en marcha el carril-bici andaluz y nos obliga a hacer el Tour por la A-92 o programa eso tan inquietante de los «presupuestos participativos» para que los escasos afiliados al PCA decidan en qué se invierte el dinero público. Pero lo peor podría ser la imposición generalizada de la camisa Mao para todo el personal, cabalgatas gays y conciertos solidarios con Chávez -el de Venezuela, no el de la niña- en todas las fiestas de los pueblos andaluces, el cierre de todos los periódicos, radios y televisiones que no fueran de la «cuerda», y a Canal Sur emitiendo ininterrumpidamente ciclos de cine de autor progre, ya saben, Einsestein, Costa-Gavras, Bertolucci, Bardem y Almodóvar para concienciarnos a todos de la necesidad de la revolución del proletariado mientras él descansaría tan campante y satisfecho, fumándose una pipa, en el Barrio de Santa Cruz o en el Algarve portugués.
- Vale, Benito, no sigas por ahí, déjate ya de imaginar chorradas que nos estás dibujando un futuro más negro que el Mundial de Sudáfrica. Puestos así, mejor será que el PSOE vuelva a ganar por enésima vez las elecciones andaluzas de 2012 con mayoría absoluta y que se fastidie Arenas. Al menos, tras treinta años de más de lo mismo, y aunque sea con Griñán, ya sabemos a qué atenernos.