LOS GALINDOS DE A. GROSSO. Dedicado especialmente al anglófilo Nick-name, de su cronista particular de la VETUSTA E IGNOTA VILLA DE PARADAS. El 22 de Julio de 1.975, sobre las cuatro y media de la tarde, el bracero eventual Antonio Fenet, de treinta y cinco años tras dar por terminada su solitaria jornada en el tajo de una haza olivarera, encendió un cigarrillo y se encaminó parsimoniosamente al caserío de la hacienda. La temperatura al sol era de 49 grados centígrados, el aire encalmado se tornasolaba sobre los barbechos y las chicharras ponían un contrapunto al silencio intacto del latifundio. Tardó un cuarto de hora en alcanzar el lindero de uno de los siete bermejales del cortijo sembrado de girasoles, y no fue hasta entonces cuando descubrió humo espeso y rojo que se elevaba sobre el cobertizo de la empacadora. Faltan ocho días para que se cumplan treinta y dos años de aquel macabro acontecimiento. |