Paradas - Sevilla

ARTÍCULOS DE OPINIÓN
ENRIC SOPENA
08/01/2010



Cabos sueltos

El macartismo crece y tiene claros sus objetivos: contra la izquierda y el centrismo vale todo

Este periodismo banal, vocinglero y fútil –que es reaccionario, machista y de color tendiendo al ocre – es capaz de convertir en noticia de portada los trajes de la ministra de Defensa, Carme Chacón, o de montarle un juicio sumarísimo al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, porque hizo, en la tarde/noche del 5 de enero, de rey Melchor, por cierto, en una de las mejores y más imaginativas cabalgatas que la ciudadanía de la capital de España recuerda, conectando con el Año Internacional del Acercamiento de las Culturas de la ONU.
A los profesionales del plañimiento -algunos de los cuales aseguran que ejercen de periodistas- cualquier acercamiento de culturas les parece una gilipollez o, utilizando el lenguaje barriobajero de su ofrenda habitual al machismo, una mariconada propia del buenismo de progres como José Luis Rodríguez Zapatero y sus amigos, entre los que incluyen a Alberto Ruiz-Gallardón o el citado Cobo.

Míopes de conveniencia
Son profesionales también de la miopía. No alcanzan a ver que ni Ruiz-Gallardón, ni Cobo, ni otras gentes similares, son de izquierdas. Eso, a los miopes de conveniencia, les enoja hasta el paroxismo. Creen que la derecha civilizada o el centrismo no son más que disfraces para rojos vergonzantes. Nunca entenderán que entre la derecha democrática y la derecha extrema, rozando la extrema derecha, hay un foso –o debiera haberlo-, insalvable.

Tamayazo y olé
No le perdonan, por ejemplo, a Cobo que en 2004 osara presentarse –representando de facto a Gallardón- a presidir la ejecutiva del PP de la Comunidad de Madrid. La victoriosa lideresa del tamayazo y olé iba a por todas, movió bien sus peones y arrasó a su contrincante. ¿Era imprescindible machacar a Cobo, intentar amordazarlo y ciertamente vituperarlo? ¿Cómo van a olvidar los talibanes de la corte aguirrista que el hombre de confianza de Gallardón acertara al decir públicamente que sus oponentes habían actuado como talibanes?

El gurú de la presidenta
Mucho después, pronto hará un año que se supo, el vicealcalde de Madrid fue espiado como consecuencia de instrucciones presumiblemente dictadas desde el estado mayor del Gobierno autonómico. Presentó el afectado una denuncia ante el Juzgado, han transcurrido muchos meses, y aquí no ha pasado nada. Ni investigaciones internas –abortadas de inmediato por Pedro J. Ramírez, el gurú de la presidenta- ni una explicación al menos verosímil de unos hechos que no sólo se ciñen a Cobo, sino que alcanzan a otros dirigentes, en mayor o menor grado, populares.

Casi una proeza
¿Cómo no se alteraron aún más los nervios de las/los talibanes del esperancismo, al leer las implacables e impecables declaraciones de Cobo al diario El País, cuando calificó de “vomitivo” el comportamiento de la cúpula que controla Aguirre? Mientras tanto, al conjunto de la prensa ultramontana se ha sumado recientemente, y por si fuera poco, La Gaceta, el último producto de Intereconomía, que desborda por la derecha –lo que casi es una proeza- a sus colegas de ABC, La Razón y hasta de El Mundo por no enumerar la lista cavernaria de la mayor parte de los diarios digitales. La Gaceta la dirige Carlos Dávila quien se la tiene jurada, naturalmente, a Gallardón y a Cobo. El macartismo periodístico crece y tiene muy claros sus objetivos. Contra la izquierda y el centrismo vale todo. La ocurrencia publicada en ABC es de pésimo gusto: “Como les votan los tontos, van de listos”. Ellos sabrán por qué lo dicen.

Enric Sopena es director de El Plural