Paradas - Sevilla

El PP y los derechos humanos

He leído atónita en la prensa que el PP se está cuestionando denunciar en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos lo que consideran "la persecución" de que dicen ser objeto por parte del Gobierno. Ante tal extravío, y careciendode mecanismos lógicos y racionales para entender tal disparate, se me ocurrió acudir a la Semántica para poder poner en orden las ideas que me inspira el intento de asociación de los conceptos "derecha española" y "derechos humanos", que considero, hoy por hoy, del todo incompatibles.

La Semántica es la ciencia que estudia el significado de las palabras. Las palabras se componen de un significante (la forma o parte material del signo), y de un significado (imagen mental asociada); hasta aquí todo claro. Pero el significado de una palabra –o de un grupo de ellas- no es universal para todos los hablantes de una misma lengua, porque todo significado tiene dos componentes: la denotación, que son los rasgos conceptuales objetivos, y la connotación, que son los rasgos conceptuales subjetivos, o las distintas connotaciones que puede llevar añadidas cualquier vocablo.

Como veo que me "voy por las ramas", y nada más lejos de mi intención que dar una aburrida clase de lingüística, intentaré hablar en plata": dependiendo de quién la diga, una misma palabra puede tener significados distintos, e incluso opuestos; el significado de la palabra "verdad" pronunciada por una persona sincera es muy distinto si es emitida por un hipócrita compulsivo. Del mismo modo, la expresión "derechos humanos" utilizada por los del PP, suena a guasa, a fraude, a chirigota, y, en el mejor de los casos, a tomadura de pelo.

Porque los del PP llevan años mostrando y demostrando que, si en algo son especialistas, es en pasarse el respeto a los derechos humanos por el forro del traje (quizás por eso se "compren" tantos y tan caros); de hecho, llevan años vulnerándolos, tanto en su cometido como partido de la oposición, como en sus actuaciones de cara al Gobierno y a la ciudadanía. Es de imaginar que los del PP ni se hayan aún leído la Declaración de los Derechos Humanos....porque hablan y actúan al margen de ellos.

Empezando por el Artículo 1 de la Carta Magna ("Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros"), su contenido es, ya a priori, antagónico al ideario pepero. Los del PP no son fraternales ni entre ellos mismos. Cuando son capaces de crear presuntas redes internas de espionaje...¿cómo esperar que sean fraternales con los de ideas distintas?, ¿cómo esperar que sean fraternales con los inmigrantes, con los parados o con los sectores sociales vulnerables y desprotegidos?

Si nos detenemos en el Artículo 18 ("Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión"), sobran las palabras....; y si lo hacemos en el artículo 23 ("Toda persona tiene derecho al trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias y a la protección contra el desempleo"), puede que a alguno le chirríen los oídos tras defender la privatización voraz, el despido libre y tras criticar la ayuda extra del Gobierno a los españoles desempleados (que, por cierto, lo están, en gran medida, por la política neocón que llevó a cabo su gobierno).

En cualquier caso, el tema parece una vulgar opereta de barrio en la que se entretiene a la concurrencia con argumentos burdos, pendencieros, y en la que, por obvio que sea el dislate, se insiste, sin atisbo de pudor, en que la víctima es el verdugo y el ofensor el ofendido. Parece un chiste surrealista que los que se desentienden de todo aquello relacionado con el respeto a las Instituciones democráticas, los que llevan cinco largos años mintiendo, difamando, crispando a los ciudadanos en vil campaña de acoso y derribo, se planteen "denunciar" que el gobierno "les persigue".

Que no hablen de los derechos humanos los que están en la tribuna para, justamente, no permitir que se respeten y salvaguarden; que no exijan para sí los derechos que continuamente vulneran, que no sigan ensuciando el significado denotativo –real- de la palabra "democracia", que no pretendan frenar el avance de nuestro país con su enraizado sometimiento a oligarquías siniestras que pretenden perpetuar la España triste, sometida, inculta y medieval que hace siglos crearon.

Esta supuesta e irrisoria "denuncia" es una muestra más de esta derecha española ridícula y disparatada cuyo final Antonio Gala vaticina como irremediable; esta derecha cateta, falsa, palurda y cerril que representa a una España obsoleta que ya no debería existir; esa España que el gran Antonio Machado nombraba en sus versos (y que recordaba Enric Sopena en un artículo hace unos días) como "la España de charanga y pandereta, esa España inferior que ora y embiste, esa España inferior que ora y bosteza".

Coral Bravo es Doctora en Filología y miembro de Europa Laica

¿Toda esta verborrea es de aplicación tambien en Cuba o en China? ¿Cuba es de derechas?. ¿China es de derechas?.