Paradas - Sevilla

La hipocresía de la sociedad

Definición de hipocresía: Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.

La sociedad es hipócrita por naturaleza, y cada día necesita algo en lo que centrarse, algo que llevarse a la boca para poder discutir, y así poner una venda ante nuestros ojos (los finos dicen correr un tupido velo) a su falta de solidaridad. Ahora que llegan estas fiestas, en que aparentemente (solo aparentemente) el alma se reblandece (cada vez se reblandece más por espíritu festivo que religioso), bien podríamos pensar un poco en lo que hacemos por el mundo, por los demás.

Cada año mueren en el mundo 10.000.000 de niños de hambre, lo que nos arroja unas cifras catastróficas de casi 30.000 niños diarios. Increíble, ¿verdad? ¿Y que hace la sociedad realmente frente a esto? ¿Hacemos TODOS lo que realmente podemos, o sólo lo que queremos? Pensemos en las siguientes preguntas.

¿Podríamos los ciudadanos de a pie dar el euro al día que incesantes anuncios nos piden para apadrinar a un niño? Es posible que ese euro nos sea “fundamental” para la cerveza ó tabaco ó cafetito tras comida, o el heladito, porque ¿como vamos a pasar sin él?

¿Pueden reducir los gobiernos el casi BILLON de euros en gastos de armamentos que se ha alcanzado en 2008, lo que supone un gasto de 150 euro o más por cada habitante de la tierra? Que pasaría si en vez de este gasto, este dinero se repartiera a los necesitados (tocamos a más de 150 euros por cada habitante de la Tierra).

¿Podría la Iglesia, la Santa Sede, vender alguna de esas piezas de “valor incalculable” que exponen en la Capilla Sixtina o Museo del Vaticano? ¿Lo autorizaría su TODOPODEROSO? Es mejor apararse en ciertas leyes italianas que impiden la venta de “’obras de arte”, pero cuando interesa, el Vaticano es un país independiente que tiene sus propias leyes, ¡no faltaría más! Y aún hoy, algunos hipócritas se arrodillan en la Santa Casa, pasarela espiritual, buscando ese perdón, con su presencia o su limosna, que en muchos casos ni merecen, dado que predican una cosa, y hacen otra distinta. Y no dejan de ser hipócrita, esas personas muy muy allegadas a la iglesia, con hijas jóvenes, que quedan embarazadas, y que pidiendo perdón a “su dios”, que lo perdona todo, hacen abortas a sus hijas por considerar que criar ese niño sería mucho sacrificio para todos. Jesús arrojó de su templo a los mercaderes, que haría hoy con la hipocresía de su iglesia?

¿Podrán las hermandades suprimir el exorno floral de los pasos y dar ese dinero para ayudar a necesitados? Supongo que sacar un paso, con unas flores secas, o una buena pintura imitando las mismas, mucho mas baratas, es un sacrilegio imperdonable, como va a pasear un paso de nuestras cofradías sin su alfombra floral, ¡¡eso no puede ser!! (Será pecado, será blasfemia, será…)

¿Toleraría este pueblo que un gran número de personas de raza gitana, o negros (citados con todo el respeto) ocuparan una buena parte de las casas de Paradas? ¿De verdad lo permitiría?

¿Permitiría yo, que una noche de duro frío, un indigente durmiera siquiera en el portal de mi puerta, aún cuando la cancela estuviese cerrada? ¿Lo permitirías tú?

¿Podríamos pasar un día suprimiendo una comida, una, o comer “solo” un bocadillo, y dar el importe par alguna ayuda? Pues no, eso como va a ser. Lo mío es mío. Los demás que se jo...roben.

¿Y aún así nos ensalzamos en discusiones sobre que partido tiene o no razón? ¿Y aún así no podemos a discutir sobre la reforma de la Ley del aborto, y nos manifestamos y todo? Y hablamos del derecho a la vida, y del derecho de la madre a decidir libremente, y del derecho del cura y del derecho del que discute y del derecho del “niño la bola”. Aquí todo son derechos. Esos 30.000 niños diarios que fallecen, mientras discutimos de derechos, no tienen derecho a nada. Aquí nadie, absolutamente nadie, tiene deberes.
Yo en este sentido ya expuse que la ley está bien como está, pues contempla los supuestos elementales y necesarios, lleva más de 20 años funcionando y cada cual hace más o menos lo correcto. Aquí sería necesario recordar que por mucha Ley o modificación que se haga, ninguna Ley obliga a nadie a abortar. Aún recuerdo el escándalo de Barcelona, lo de las trituradoras conectadas a desagües. ¿Y el escándalo se produjo por la forma de eliminación de los restos? ¡Que curioso e hipócrita! ¿Pero es que nadie había pensado de verdad como se lleva a cabo un aborto, con una aspiradora que chupa y desmiembra todo? ¿Y éste no es el problema, sino el cómo se elimina? ¿Acaso la gente no sabe que se usan martillos, sierras y taladradoras para operar una rodilla o una cadera? Algún día nos escandalizará una noticia y diremos ¡¡pero como puede ser eso así!! ¡¡Pero como se puede usar una sierra en un quirófano!! ¿Seguís creyendo que un hueso de una pierna se corta con un bisturí o tijera delicadamente?

Y la sociedad sigue siendo hipócrita y le gusta el morbo. Hace algún tiempo expuse en un post cuán diferente estaba siendo el tratamiento del tema de la muerte de Marta del Castillo y del Médico de Murcia. Horas y horas y más horas en todos los medios de un tema, y escasos 5 minutos en otro. La culpa la tenemos nosotros, los hipócritas y morbosos que nos tragamos horas y horas de TV escuchando las desgracias ajenas, y claro, si se vende, pues más horas de lo mismo. ¡Ay que rabia me da! Me refiero a ver esos programas en que muchas personas desgraciadas por un puñado de euros, en el mejor de los casos, van a contar sus vidas privadas a un plató de TV, mientras esta sociedad hipócrita y morbosa hace la digestión tranquilamente en su sofá y toma su café, se entera de “las vergüenzas ajenas”. No alcanzo a entender la tolerancia de las direcciones de estas empresas.

¿Y que decir de la mentira e hipocresía de la clase política? ¿Es que cuando algo “no interesa” a la sociedad se le tacha de “top secret” o “clasificado”? ¿Pero quien es capaz de decidir tal o cual cosa? ¿Significan estas consideraciones del poder que la sociedad no está preparada para la democracia, que no sabemos autogobernarnos? ¡Qué hipócritas! que sólo os interesáis por la sociedad cada 4 años.

O bien me estoy haciendo viejo, que lo soy, o la sociedad me sorprende cada día mas interpretando cada cosa de la forma que más le conviene, eso sí, sin herir sus gustos o intereses. Me inclino por lo segundo, por tanto, somos todos una panda de hipócritas.

Saludos forer@s.

Cuando yo tenia dineros me llamaban los chavales ahora que no los tengo no me llama nadie. para eso sirve el dinero para los intereses, hasta los enemigo desaparecen.Los amigos no desaparecen nunca.

Tierras altas, tu dices "Los amigos no desaparecen nunca". Pero, ¿a cuales te refieres? ¿a los de toda la vida o a los de hace dos dias? Saludos

Borrado por un Moderador.

a ver manolito, no des más calor, que eres más pesao que matar una cochina a besos. ¿No ves que la pregunta iba dirigida a tu amigo de hace dos dias y no a ti? Toma la palabra cuando te corresponda hombre! Saludos

Sin entrar en el tema de si la sociedad, como ente, es hipócrita o no, que no creo relevante por sí mismo, lo que de verdad se parece plantear es si las personas somos o no hipócritas.
Se aportan datos y parece que sí, que somos hipócritas, pero yo prefiero engañarme (hipócrita al fin) y pensar que lo que hacemos es ocultar a nuestra conciencia lo que nuestros medios no nos permiten remediar.
Pienso, eso sí, que hay muchas formas de hipocresía que entran en la definición que encabeza el tema y no las veo explicitadas en los ejemplos.

Una forma muy común de ser hipócrita es fundamentar los argumentos en cifras para hacer ver que se está al cabo de la calle de estos temas tan sociales. Pero claro, las cifras aportadas tienen que acercarse algo a la realidad y los niños que mueren de hambre, según dice la ONU, que a lo mejor está muy mal informada, parecen ser poco más de la mitad de los que se dicen (y no dejan de ser muchos, pero para mí incluso 1 ya es demasiado en este mundo de abundancia).
Otra forma de ser hipócrita es derivar ese euro que perdemos por el agujero del pantalón y callar nuestra conciencia 'apadrinando' un niño, que no conocimos antes y del que no volveremos a querer oír hablar después (para eso domiciliamos nuestra aportación). Y, al mismo tiempo, evitamos al indigente que nos molesta en la estación de tren y nos quejamos de que el ayuntamiento no haga algo y los sustituya por aquellos músicos que tanto nos amenizaban la espera.

Podría extenderme sobre mil formas más pero no diría nada que todos no supieran, al fin no soy más que el más común de los hipócritas, sin un especial conocimiento del tema.
Y, como en todos los temas que no conozco a fondo, cuando se trata de hablar, prefiero ceder la palabra a las doctas autoridades que aportan teoría y práctica, como tal parece ser quién inició este hilo.
Saludos, forer@s.