UN RECUERDO DE MI INFANCIA. Hola foreros, yo me llamo Jordi y soy sobrino de Cándida. El motivo por el que escribo se debe a que mi tía, como habréis podido comprobar, es analfabeta sino completamente, sí en gran parte, ya que de niña nunca pudo ir a la escuela aunque cuando emigró con sus padres a Cataluña, sí que recibió algún tipo de enseñanza. Y es que a mí me da mucha pena del atraso académico-cultural que tiene mi tía y la mayoría de los andaluces de su tiempo; pero bueno, eso es otra historia. Hoy, mi tía os quiere contar un suceso que ocurrió cuando ella era muy niña. Corría el mes de agosto y hacía un calor infernal, cuando un hombre que con su borrico regresaba del campo, se encontró por la cuesta del “Cucaero” una mazorca de maíz que se había caído de algún carro. El hombre la recogió pensando que aquella noche tendría algo que llevarse a la boca. Pero cuando llegó al “Cañuelo” estaba la “pareja” que naturalmente lo interrogó y lo registró. Como el hombre sólo contestaba que se la había encontrado tirada en el suelo y que no sabía a quién se le había caído, le ordenaron que se presentara en el Cuartel por la tarde. Como ya había recibido varias palizas en visitas anteriores, el hombre pensó en “guindarse” antes que le dieran otro palizón. Así que buscó un buen árbol y cuando estaba revoleando la soga, lo vio un muchachote que pasaba por allí; dio la voz de alarma y se fue corriendo hacía él, quedándose atónito al comprobar que se trataba de su padre. Cuando se lanzó al vacío, el hijo lo sujetó por las piernas, implorándole que no lo hiciera, y así estuvo sosteniéndolo hasta que aparecieron otros hombres que lo descolgaron. Finalmente, el hombre, no sólo faltó a su cita con la Guardia Civil, sino que nunca más fue llamado al Cuartel. Un fuerte abrazo de mi tía que se ha quedado muy triste, pensativa y llena de nostalgia.
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