Paradas - Sevilla

SOCIEDAD La situación de la familia fallecida en Alcalá de Guadaíra por intoxicación alimentaria

De fontanero a recoger cartones: una crisis letal para la familia Caño

El padre, fontanero de profesión, perdió su empleo y se dedicaba a recoger cartones


'Ocupas' en su propia casa, el banco les embargó por no hacer frente a la hipoteca


La familia aceptaba los productos a punto de caducar que les ofrecían los supermercados


Los familiares dudan de la asistencia sanitaria y se plantean denunciar al SAS


El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra decreta tres días de luto oficial en el municipio





Alcalá de Guadaíra, de luto por la muerte de tres miembros de una familia. ATLAS | Foto: CONCHITINA


CHEMA RODRÍGUEZ Alcalá de Guadaíra (Sevilla)
Actualizado: 15/12/2013 16:48 horas


A Enrique Caño lo recuerdan bien en los supermercados cash de Montecarmelo, una zona de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) muy próxima a su domicilio, a los que acudía un día sí y otro no para recoger cartones y plásticos que luego vendía y que constituían su principal medio de vida desde que hace un par de años el desplome del sector de la construcción, y la crisis en general, le dejase sin trabajo.

Era fontanero, seguía siéndolo cuando murió en la mañana del sábado a causa, muy probablemente, de una intoxicación alimentaria, la misma que les ha costado la vida a su mujer, Concepción, y a una de sus hijas, Tamara. La cuarta hija, Vanesa, se recupera en el hospital Infantil del Virgen del Rocío de las secuelas físicas. Las otras, las psicológicas, las derivadas de haber perdido a su familia de un día para otro, serán mucho más difícil de restañar.

Enrique y Concepción, a veces con la ayuda de sus dos hijas, trabajaban a destajo recogiendo todo lo que encontraban que se pudiese luego vender. Cartones y plásticos, latas, algún ordenador que alguien le daba... De todo cargaban en su furgoneta, una Opel gris que este domingo seguía aparcada en el mismo sitio en el que la dejó su dueño, frente al bloque de VPO de la calle Pesadora donde llevaban viviendo más de una década.

'Ocupas' de su propia casa

La familia Caño vivía en este piso de VPO, aunque los últimos años lo hacía como 'ocupa' de su propio piso. El banco les había embargado cuando, asfixiados económicamente, no pudieron seguir pagando las cuotas de la hipoteca.

Con una gran bolsa repleta de ropa vio a Enrique su vecino de al lado el día antes de que muriese. "Estaba contento", explica, porque le iban a pagar 20 céntimos por kilo de ropa. Otra vecina recuerda que en una ocasión le sorprendió cogiendo todos los folletos de publicidad de los buzones. Era papel que podía vender: una comida o una cena que podía llevar a su casa.

La familia, coinciden todas las fuentes consultadas, subsistía a duras penas de su trabajo y también de la comida que le regalaban algunos establecimientos. Alimentos que estaban a punto de caducar, como los botes de zumo con los que apareció un día en su bloque y que ofreció a sus vecinos. O la caja de tomates demasiados maduros para que alguien los comprase que recibió como un auténtico regalo.

Sólo hace unos meses, el pasado octubre, solicitó Enrique el salario social. No acostumbraba a acudir a los servicios sociales y en Cáritas sólo consta una petición de ayuda suya de hace dos años.

'Dudas' sobre la atención sanitaria

Mientras la Policía Científica y los forenses investigan qué pasó exactamente, cómo es posible que tres miembros de una familia falleciesen de forma tan fulminante por una intoxicación. La familia, los hermanos de Concepción y los dos hijos que Enrique tenía de un matrimonio anterior no terminan de entender por qué los servicios sanitarios que acudieron al domicilio poco antes de la tres de la mañana no se los llevaron a un hospital.

Fuentes próximas señalaron que la familia tiene "dudas" y que se están planteando seriamente acudir a los tribunales para exigir responsabilidades al Servicio Andaluz de Salud, para que alguien les explique por qué la ambulancia se fue si los cuatro estaban tan graves que sólo unas horas después, cuando un vecino volvió a dar la alarma, ya era tarde y sólo pusieron salvar la vida de Vanesa.

Tres días de luto

Por su parte, el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra ha decretado tres días de luto oficial por estas muertes y ha suspendido todas las actividades festivas y lúdicas programadas con motivo de las fiestas navideñas durante estos días.

La delegada de Asuntos Sociales, Mariló Gutiérrez, ha pedido prudencia mientras se esclarecen los hechos, que investiga el Juzgado de Instrucción 2 de Alcalá, que ha decretado el secreto sobre las actuaciones.

https://ww.elmundo.es/andalucia/2013/12/15/52adab5f61fd3dbd5c8b4595.html?a=f15338a28788514da1add4a0bd566420&t=1387130324

Es una verdadera verguenza llo que sucede actualmente, estamos hartos de ver en los medios lo mucho que nos han robado y nos roban nuestros dineros, se llevan indemizaciones grotescas, y en cambio las personas de a pie pasan hambre y miseria.

Veo que aqui mismo en el foro nos dedicamos a decir que si la izquierda es mala la derecha es peor, y lamentablemente veo pocos defiendo a estas personas que bien podrian ser un vecino o familiar tuyo.

Gracias a todos esos que sientan en el congreso que nos han llevado a la ruina economica y social.

No discutamos entre nosotros pues en verdad esos politicos de los que os hablo estan encontra de nosotros mismos, y si, a la hora de repartirse el pastel esos politicos van cogiditos de las manos ya que en ese momento no miran si con el que llegan al trato, es derechas o izquierdas.

Estas muertes son productos de ese eslogan tan bonito que todos esas sanguijuelas politicas han conseguido esta es la famosa MarcaEspaña

La familia de Alcalá pidió una ayuda que la Junta tarda 10 meses en dar

La familia de la que tres de sus miembros murieron el pasado sábado en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), probablemente intoxicados por ingerir comida en mal estado, había solicitado en octubre una ayuda, el salario social, que la Junta está tardando, según los solicitantes, entre ocho y 10 meses en conceder.

El padre, Enrique Caño, fallecido junto a su mujer y la mayor de sus hijas, presentó el pasado octubre la solicitud del salario social, el último recurso para las familias que no disponen ya de ningún ingreso. Esta ayuda se concede durante seis meses y su cuantía oscila entre 400 y 645 euros mensuales, dependiendo del número de componentes de la unidad familiar.

El retraso en la concesión de estas ayudas oscila entre los ocho y los diez meses, según los solicitantes, pero la Junta sólo reconoce una demora de unos cinco meses. El Defensor del Pueblo Andaluz ha recibido más de sesenta quejas sobre este particular.

La presidenta andaluza, Susana Díaz, se comprometió a reducir el plazo de concesión de la ayuda a tres meses

El salario social de la Junta de Andalucía está, además, por debajo de la media del resto de comunidades, tanto en cuantía como en medidas complementarias. Es del 62% del Iprem, complementado con 51,6 euros por cada miembro de la unidad familiar hasta un máximo de 645,3 euros. Los beneficiarios no tienen ninguna guía o acompañamiento para la inserción. Se dispensa como una subvención, sin compromisos.

La presidenta andaluza, Susana Díaz, que citó en su discurso de investidura la necesidad de agilizar este trámite, se comprometió a mediados de octubre a reducir el plazo de concesión a tres meses, como ya recoge la propia normativa de 1991 y que se acortó a dos meses con el decreto de exclusión social aprobado en mayo...

https://ww.elmundo.es/andalucia/2013/12/16/52ae4bdc22601d61108b4588.html