La Roda de Andalucía - Sevilla

De lo bueno, lo mejor. Eso es lo que le gusta a José Blanco. Que hay crisis económica, para España la mejor. Que hay que reponer el papel higiénico en los retretes de la sede central de su Ministerio de Fomento, el mejor.

A José Blanco no le vale un papel de váter cualquiera, no. O es de calidad superior, fabricado en condiciones ecológicas inmejorables o no hay papel.

El asunto es que a los de Fomento se les acaban los rollos, es decir, tienen reservas hasta el mes de julio. Como el tamaño del pedido de ese consumible no es baladí, hay que encontrar con tiempo la empresa que se va a hacer cargo de fabricar 70.000 bobinas de papel higiénico, 13.000 rollos y 60.000 paquetes de toallitas secamanos. El presupuesto para tamaño arsenal asciende a 184.788 euros.

Fomento ha redactado un Pliego de prescripciones técnicas para la contratación del suministro de papel higiénico y papel secamanos donde quedan perfectamente detalladas las características , pesos y medida de los materiales higiénicos, a saber.: "Los rollos han de ser de color blanco de dos capas. Gramaje: 36 gramos por metro cuadrado. Longitud: 24,5 metros. Anchura del papel: 9,5 centímetros". Ni un centímetro más ni un gramo menos.

Y ahí no queda la cosa. Se exige que el papel que se utilice tanto para el trasero como para las manos, no proceda "de bosque virgen". Tampoco se aceptará que en el proceso de fabricación se haya utilizado "cloro para blanquear, ni tintes agresivos".

Además el papel higiénico ha de ser "fácilmente biodegradable para no producir situaciones de atasco en las tuberías". Preservar el medio ambiente y el ecosistema es lo primero.

El papel secamanos también ha de ser de lo mejor, no podía ser de otra manera. Toallitas zig-zig de "papel tisú reciclado de doble capa, de 23 gramos por metro cuadrado y una medida de. 25x23 centímetros en forma de ZZ", son las únicas aceptables para hacer las delicias de los funcionarios.

José Blanco es hombre estricto, se le nota. Al Partido Popular no le pasa ni una. A la corrupción, ni media. Para él, el ecosistema es lo primero. La economía sostenible, lo segundo. Y el trasero de los funcionarios, lo tercero.