cortex o cortes?? La cortesía, paisanos, foreros, foráneos, forasteros corresponde más o menos a la aplicación de una normativa generada por la tradición en un espacio social determinado. Son normas de comportamiento que de alguna manera dicen de la calidad de la integración de la persona en cada ambiente y de la consideración que guarda con respecto a los demás. La cortesía establece unos parámetros de trato que, en la medida que han sido aceptados por la colectividad, facilita las relaciones porque sistematiza los gestos y acciones que se saben son por todos reconocidos como adecuados para cada situación. Su utilización consigue unos efectos prácticos que han venido a considerarse como positivos en el grupo social, aunque también han debido sufrir en cada relevo generacional la contestación de unas formas que con mucha frecuencia se consideran inadecuadas por considerarse contaminadas de la connotación de una forma de vida que debía ser superada. Hablar de etiqueta y de protocolo supone llevar a su extremo la cortesía, con una normativa estricta que delimita en todo las formas de actuación dentro de un grupo determinado en un ambiente concreto. La naturalidad se empeña en aras a que sea el rictus lo que predomine. Aquí las personas se revisten de lo que la tradición exige en virtud de dar una especie de culto a las formas de la relación humana en que las mismas predominan sobre lo que cada persona apeteciera mostrar. La educación es un valor universal mientras que la cortesía reviste formas muy distintas en cada tiempo y lugar. Por eso en la enseñanza conviene distinguir lo que es el urbanismo personal en lo que afecta a la buena educación y en lo que se relaciona con normas de cortesía o costumbre propias de un determinado ambiente. En el primer caso, el concepto esencial es el de que la presencia personal y los actos propios no produzcan molestia a los demás con quienes se mantiene una relación del tipo que sea; en el segundo, lo que se persigue es que de la propia presencia se transmita una cierta complacencia en los que forman el circulo de relación. Mientras lo primero lo exige la naturaleza de la convivencia, lo segundo es más un índice del grado de integración en el grupo. La enseñanza ha de avalar muy especialmente el que el comportamiento educado se asuma como un valor fundamental de convivencia, y para ello es necesario el esfuerzo de los profesores para que el criterio de su naturaleza quede bien asimilado y no referenciado como una normativa de formas de buen comportamiento. P.D. Queden con Dios señores/as. |