La Roda de Andalucía - Sevilla

.En el ojo del huracán: José Antonio Viera, Javier Guerrero y Rafael RosendoUno de los núcleos de poder político más irreductibles de la historia reciente andaluza, entre los más sólidos, se disuelve como un azucarillo en las últimas fechas a golpe de investigación policial y judicial. El «caso Mercasevilla», relanzado a nivel autonómico a causa de las irregularidades en la tramitación de los expedientes de regulación de empleo (ERE) por parte de la Junta de Andalucía, ha estallado principalmente donde más le duele al PSOE, en el aparato del partido en Sevilla, el principal vivero del que se han nutrido sus triunfos electorales. Dañada la línea de flotación, el entorno más próximo a José Antonio Viera, la figura de éste queda colocada por primera vez en el disparadero, tanto que algún que otro sector del PSOE-A ya plantea abiertamente sacrificar tan valiosa pieza, a corto o aunque sea a medio plazo, apoyándose en su condición de aforado —es senador—, de modo que la hipotética instrucción quedase lejos de las manos de la temida juez Alaya —tendría que tratarlo el Tribunal Supremo—.

Lo cierto es que, con la ayuda de los actuales responsables de Empleo en su intento de escapada, se resquebraja la posición de Viera, salpicado por el asunto de los ERE al ser en su etapa como consejero de Empleo —2000-2004— cuando se formalizó el marco legal para imponer un sistema de financiación pública de los expedientes que, según sostiene la Policía, elude la normativa sobre subvenciones y ha permitido un fraude con las listas de prejubilados. Junto con el parlamentario andaluz y secretario provincial del PSOE han caído en desgracia dirigentes y altos cargos de su entorno más cercano y que han estado unidos en lo que dentro del partido se conoce como clan de la Sierra Norte, un grupo de amigos ligados por el partido, el poder, el mundo ugetista y el movimiento de subvenciones públicas.

Ya está imputado por la polémica subvención de la Junta a la escuela de hostelería de Mercasevilla el que fuera delegado de Empleo, Antonio Rivas, mano derecha de Viera, que defendió a muerte al ex alcalde de Camas hasta que el partido y la Justicia le dejaron. Rivas ha sido en muchos aspectos su brazo ejecutor. Ahora caen también, aunque no hay aún imputación, dos ex alcaldes de El Pedroso, el que fuera director de Trabajo Javier Guerrero —regidor de 1995 a 1999— y Rafael Rosendo —alcalde de 1987 a 1995 y de 1999 a 2007—. La relación de Guerrero y Viera ha sido estrecha durante años. Pese a vivir en Coria, las monterías en la zona sirvieron a Viera no sólo para conocer a su segunda mujer, que trabajaba como sanitaria en El Pedroso, sino para establecer allí sólidos contactos —y apoyos— con el grupo de dirigentes de la zona, que ya se manejaban a modo de clan desde tiempos de José Caballos y José Valle, predecesores de Viera en lo que a poder en Sevilla se refiere. Con el ahora secretario de los socialistas sevillanos al frente de la consejería, Guerrero negoció como director de Trabajo, sentados ambos con los empresarios en la misma mesa.

Ellos, junto a Rivas, vertebran toda una familia socialista que ha gozado de un poder casi infinito en una etapa de bonanza económica total en la Administración. Los años dorados de las subvenciones y las copiosas comidas a la sombra de los cargos públicos. Alrededor de Viera, Rivas y Guerrero aparecían con frecuencia otros dirigentes o destacados militantes como Rosendo —ahora en el candelero tras conocerse que ha sido incluido irregularmente en la lista de prejubilados de una empresa—, el que fuera alcalde socialista de Guadalcanal Carmelo Montero, el ex de Burguillos,José Juan López —condenado por delitos urbanísticos una semana después de dimitir, en mayo de 2009— o el de Constantina, Mario Martínez.

Un habitual de esas reuniones, visitas y comidas era también Alfonso Seoane, colaborador de Alfredo Sánchez Monteseirín —ex edil precisamente en Burguillos— en el Ayuntamiento de Sevilla y vinculado al «caso Mercasevilla» a raíz de la colaboración con el Patìn Macarena de la Agencia de Promoción de Sevilla (APES), que él dirigía hasta este verano. En esa lista debe aparecer también Pilar Pérez, ex delegada provincial de Medio Ambiente y que se vio salpicada por el «caso Camas» y la recalificación de la finca Los Hallones —propiedad de su padre—, presuntamente pilotada por Rivas —un fax con el protocolo de recalificación salió de los despachos de Empleo—; Pérez era diputada provincial cuando esa institución la dirigía Luis Navarrete, concejal de... Camas.

Pero queda algun politico que actue con honradez y con buenos valores humanos que no se deje sobornar?



Abstengase de responder miembros de la oposicion o politicos inactivos.

Para RODApositiva, MISIONES CUMPLIDAS -y las que tienen que salir