Los ingredientes de la fragilidad y hundimiento del betis se estan consumando.el desastre llega para quedarse
dE UNOS EXPERTOS DEPORTIVOS: Nadie puede explicar, sin encomendarse a razones esotéricas o a especulaciones perseguibles penalmente si no se aportan las pruebas de que no disponemos, la verbena dispensada por los futbolistas del Betis en esta triste tarde fútbol. Este cronista no le recuerda a un equipo una acumulación tal de errores groseros, de los que serán un hit en Youtube, en noventa minutos. Bueno, sí, la Malta de Bonello hizo cosas parecidas en el mismo escenario hace casi tres décadas pero hasta el más ingenuo de los hinchas sabe los motivos que los llevaron a protagonizar tan lamentable circo. El papelito de los centrales y el portero locales en los tres primeros goles del Elche fue para mear y no echar gota. A Goitia, lógicamente, no se lo perdonó la hinchada en una segunda parte que para él debió ser de pesadilla y veremos si esta horrible actuación no lo marca ya definitivamente. En el 0-1, Dorado se agachó en vez de despejar y Miki Roqué le dio un pase en profundidad a Palanca para que fusilase a placer; en el 0-2, el guardameta vasco ni siquiera hizo el gesto de tirarse para detener una falta lejanísima que entró por el centro de la portería; en el 0-3, el arquero deja que le bote un voleón en las narices sin decidirse a atacarlo con la cabeza o con las manos. Para cuando se anima a saltar, Linares ha conducido la pelota hasta la red. Entre medias, Emaná dilapida un penalti que hubiese supuesto en el empate a uno con un disparo blandengue y centrado que Jaime repelió sin dificultad. Como durante la semana ha atronado el runrún de problemas en el vestuario, todo el mundo sospechaba del patético rendimiento de los locales pero un dato nos permite asegurar que estas cantadas no obedecen a motivos bastardos: cuando un equipo pierde adrede, no es tan descarado.