La Algaba - Sevilla

Otra más. Cuatro de cuatro. Cuatro derrotas consecutivas de otros tantos partidos. Y el chirigotero que aún anda diciendo que se entrega al equipo y que no hace falta nada para mejorar. La verdad, la afición está más que hundida, y nadie otorga la más mínima credibilidad al Sevilla, y su caída en barrena se prolonga más y más. Hace quince días un Mallorca sin delanteros saca tres puntos. A la semana siguiente un mermado Getafe con su entrenador entre las cuerdas, vence y convence en el mismo escenario. Hace cuatro días, el equipo sevillista vuela a tierras parisinas, para recibir cuatro goles y un repaso por los franceses, y ayer mismo un Villareal plagado de suplentes chulea al conjunto nervionense sin paliativos. El aficionado perdió cualquier atisbo de confianza hace ya tiempo, pero ahora directamente reniega de su equipo. Y no faltan razones, porque descalabros como los presentes son para tener muy en cuenta si la intención es jugar el año próximo en la misma categoría, porque cualquier conjunto medio armado es capaz de sacar los colores al Sevilla. Cualquier conjunto hasta de segunda b. Eso es así, y todos lo saben.

Ayer salían en El Madrigal con unas camisetillas azules. Seguramente, su presidente no querría de nuevo pasar vergüenza vestido de blanco o de rojo, y cambio el color. Ni por esas. Tampoco la indumentaria gay surtió el efecto deseado, y el equipo se desbarató en cuanto el colegiado señaló el pitido inicial.

Antonio Alvarez era el gran culpable de todo. Muchos afirmaban, con el presidente y el chirigotero a la cabeza, que la solución pasaba por un cambio de entrenador. Ahí está Manzano. Tenía poca credibilidad cuando llegó a Sevilla a sabiendas de que el sabio Aragonés rechazó de plano la oferta sevillista viendo la escasa calidad del plantel. Tampoco le ayudaba el hecho de abandonar al Mallorca por desavenencias económicas. En realidad, se sabía a lo que venía. Pero aún así, los lumbreras que no han sabido ni planificar al equipo durante cuatro años recurriendo siempre a la improvisación, le otorgaron confianza y lo ficharon, negando el pan y el agua a hombres de la casa como a Antonio o a Manolo Jiménez que triunfa ahora en tierras helenas.

Ahí tienen el resultado. Un equipo roto, fracturado, destrozado, menguado, abandonado a su suerte….

Lo siento de veras por los aficionados, pero la única realidad es que no se puede hacer peor. Lo sacan del terreno de juego cada domingo, y no hay respuestas. Salvar la categoría cada vez está más difícil.

El Sevilla, definitivamente, da pena.

Seguimos de mal en peor. Que asco de equipo. Ya no se que decir. Siento vergüenza de pertenecer a este club, porque pago mi abono religiosamente y lo unico que tengo cada partido es temor a ver rodar la pelota. Le pido a D. Jose Maria del Nido que cierre la boca y se deidque a coger caracoles cuando salga el sol, porque de futbol no tiene ni idea. Y al chirigotero como dicen por ahi arriba, que se retire del futbol, que ya ha hecho sufrir suficiente durante los ultimos años al sevillismo. Los sevillistas somos honrados y no queremos deshonras en nuestro club. Vaya piara de inutiles que tenemos llevando los hilos de nuestra nave.

Que razon tienes. El SEvilla no esta a años luz de su mejor momento de forma, y esto trae como consecuencia sinsabores. Esperemos que se enderece el rumbo un poco, porque de lo contrario, nos vemos en segunda el año proximo. Y lo digo muy en serio. Defender la categoria es algo fundamental ahora mismo,, porque el equipo se ha caido del todo y tenemos que animar en todo lo posible cuando salten al campo, aun sacando fuerzas de flaqueza, porque aunque no creamos en el equipo, el nos necesita.

Esta es la realidad de cuando el Sevilla se enfrenta al Villareal de los titulares, no de los defenestrados. Derrota sin paliativos, desde luego....