Herrera - Sevilla

¿Como es posible,
si dos debaten
que los dos ganen
y pierda el oto?

¿Como es posible
que ellos dos
quieran lo mejor
y se equivoque el otro?

¿Como es posible
que los méritos
sean de los dos
y fracase el otro?

¿Es posible
que la respuesta
sea que el otro
no es el mío?

Tienes toda la razón.
Me encantan tus rimas, en serio.
Eres un soplo de frescor entre tanta pugna política. Ya podríamos todos intentar hablar de otras cosas que nos unan más que ésta que tanto nos separa. Yo lo intenté, en vano, para que escribiéramos de literatura o de cine o de viajes. Pero aquí hay demasiado animal político, o sólo unos pocos con muchas personalidades, que no sé cómo no se vuelven locos con tanto seudónimo.
Su pobreza intelectual se demuestra por ser monotemáticos, difundidores de consignas recibidas, de vídeos del partido o de sus ídolos, de artículos de blogs de compañeros o de periódicos afines, copiando siempre esto o aquello, y fuera de lo copiado, no siendo capaces de hilar más de dos pensamientos complejos.
A los que escribimos más extensamente nos acusan de soltar ladrillos, y en vez de contraargumentar, porque no saben o no pueden, lo único que se les ocurre es descalificar o insultar de forma zafia y con sal gorda.
Qué pena. Y qué miedo, si resultaran ser los que antes gobernaban el pueblo, qué gente tan limitada y, al mismo tiempo, tan prepotente por considerarse los mejor dotados, cuando su encefalograma resulta ser tan plano...