Herrera - Sevilla

Desde luego, hay que tener ganas de llamarse herrereño cuando ves las barbaridades, tonterías y maledicencias que algunos venaos sueltan en este foro.
Vayamos por partes:
1º. Es cierto que los católicos que practican y entregan sus donativos a la Iglesia (unos más y otros menos, y muchos bastante ridículos) no han sido consultados por el cura sobre la venta de uno de los patios de la casa rectoral al Alcalde: a fin de cuentas son los contribuyen al mantenimiento de los bienes de la Iglesia. Ellos son los que tienen derecho a opinar en tanto pagan dicho mantenimiento, pero no debería permitirse opinar cualquiera y menos el que no es católico practicante. Los bienes del Ayuntamiento son del pueblo porque los pagamos todos con nuestros impuestos, pero los templos y la casa rectoral no, porque fueron donados en su día a la Iglesia y los mantienen los que sostienen a la misma con sus donativos. Así que a los no practicantes, agnósticos y ateos militantes no les va nada en esta cuestión, como a mí no me va nada a quién le vende su casa o su tierra mi vecino de la tercera casa de cuatro calles paralelas a la mía.
2º. El que quiera usar el argumento de que el que se casa, o bautiza o da la comunión a su hijo, u ofrece una misa a su difunto, pero no es sostenedor habitual de la Iglesia, tiene algo que decir, siento opinar que creo que no, y se lo argumento: él paga por un servicio que ha pedido de la Iglesia, pero no porque con ello mantenga de forma continua y permanente a la Iglesia, a sus necesidades económicas y a sus numerosísimas obras asistenciales (para Ley de Dependencia, la que desde mucho tiempo atrás viene realizando la iglesia, no la de ZP, que no se ve por ningún lado: si todos los cristianos, con votos o sin ellos, que trabajan por los demás, dejaran de hacerlo por un mes, el Estado no tendría dinero para asistir a las innumerables personas abandonadas, enfermos, ancianos, pobres, asistidos por Cáritas, niños, colegios, hospitales, dispensarios, casas de acogida, etc., que mantiene la Iglesia. Que se dejen de demagogia los maledicentes y los malpensados, que están muy vistos.
3º. La casa rectoral pertenece a la Iglesia (se puede consultar al efecto el Registro de la Propiedad y el Catastro de Urbana), y la venta de un patio de la misma no puede realizarla el cura porque no está autorizado por el Código de Derecho Canónico para hacerla. Debéis saber todos que el Alcalde se ha dirigido a quien tenía que hacerlo: al Vicario del Arzobispado de Sevilla, que es quien puede vender (el cura sólo puede administrar y cuidar los bienes eclesiásticos, hasta arrendarlos, pero no venderlos), y desde Sevilla sólo se consulta al cura sobre la conveniencia de la venta y sobre si la Iglesia necesita el bien que se le pretende comprar por un particular.
4º. El importe de la compraventa queda depositado en el Fondo Diocesano, y se destina, en primer lugar, a las necesidades de la parroquia de Herrera (reparaciones u obras de caridad), y en segundo lugar, a las necesidades del resto de la diócesis.
5º. El cura dice también misa en las Huertas y su familia está en Gilena, por lo que necesita un coche para desplazarse, y nadie sabe con qué dinero ha sido comprado -desde luego no con el de la venta del patio-, propio o donado por su familia o por un extraño, y considero por tanto improcedente y de mal gusto inventarse algo que no se sabe, porque calumniar es fácil y más desde el anonimato.
6º. No me interesan los rebuznos de los que sólo saben insultar o descalificar gratuitamente o meterse en lo que no les importa por no ser católicos practicantes y sostenedores de las necesidades y de la labor asistencial de la Iglesia. Pero es preocupante el cainismo de algunos que se dicen católicos y de Iglesia y sólo están para criticar y sembrar maledicencia, y además, en muchos casos, sólo aportan una miseria a lo que dicen querer y sostener.