Un fracaso de la Junta de Andalucía y los Eres La Junta de Andalucía ha puesto en marcha un plan para proporcionar tres comidas al día a unos 11.000 niños de la escuela pública que de otra forma tendrían dificultades para hacerlo en sus casas. Prevé que el programa se extienda a unos 48.000 alumnos el próximo año. Desde el punto de vista humano se puede entender que los poderes públicos acudan a auxiliar al más necesitado: es injustificable que un niño se quede sin comer porque sus padres no pueden proporcionarle el sustento. Pero, a la vez, ese gesto que tiene que hacer el gobernante es la demostración rotunda de su fracaso como tal. Porque cuando hay que llegar a la subvención pública -eso es la ayuda para la manuntención- es porque el dirigente ha sido incapaz de generar las condiciones para que las familias puedan mantenerse con su actividad. Andalucía es, desde los albores de la democracia, la región más atrasada de España. Y lo sigue siendo. Según la última EPA, El paro afecta al 37% de la población, diez puntos más que en el resto del país y el desempleo juvenil ascendiende al 62,3%, cinco puntos por encima de la media. No hace falta dar más datos para calificar la gestión socialista, que ha gobernado la comunidad desde el minuto uno de la autonomía. Asumo que puede resultar demagógico, pero algunos de esos dirigentes han auspiciado/consentido/miradoaotraparte (táchese lo que no proceda) el fraude de los ERE. Es así. Un modelo económico frustrado y frustrante, incapaz de ofrecer soluciones a los ciudadanos y de proponer salidas para la modernización económica. Eso sí, una forma de gobernar querida por los andaluces, que votan a los socialistas una vez sí y otra también, aunque en la última ocasión estuvieron a punto de perder el poder. Es lo que hay. No considero un ejemplo de buena gestión que la Junta dé de comer a algunos andaluces. Todo lo contrario. Su deber era haber creado las condiciones para no tener que llegar a este final. Pero no ha podido o no ha sabido.O no ha querido. |