SIN COMENTARIOS Hace apenas unas semanas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hizo público su Informe sobre el trabajo en el mundo. Crisis mundial de empleo y perspectivas, cuyo principal autor ha sido Raymond Torres, director del Instituto Internacional de Estudios Laborales, y cuya más relevante conclusión es que, dando signos alentadores de recuperación la economía mundial, "la crisis del empleo mundial no ha sido superada". El informe de la OIT responde a tres preocupaciones instaladas en el discurso público. La primera, cuándo volverá el empleo a los niveles anteriores a la crisis económica (recuérdese que ese nivel era en España de sólo 1,76 millones de personas desocupadas, poco más del 8% de la población activa, lo nunca visto desde el año 1981). La respuesta no es optimista: para los países desarrollados, esa fecha será el año 2013, lo que significa que en materia de empleo la crisis podría durar entre un lustro y un septenio, dependiendo de cuándo se considera su punto de partida; en los países en vías de desarrollo, la situación se reconducirá en 2011. La organización avanza que en todas partes crece la situación de precariedad, toda vez que existen grandes lagunas en los sistemas de protección social: dos tercios de los países de los que se dispone de datos concretos carecen de prestaciones al desempleo, y sólo un tercio de los países en desarrollo proporciona alguna forma de protección social a los trabajadores de la economía sumergida y a los autónomos. |