Laura Gómiz dimitió hace 15 dias al conocer que la cinta con la grabación estaba en el juzgado. Que gamberreo socialista.
La ex presidenta y consejera delegada de la empresa pública andaluza Invercaria, Laura Gómiz Nogales, dimitió el pasado 21 de febrero después de que el día 14 del mismo mes, el que hasta ese momento había sido un alto cargo de su confianza, Cristóbal Cantos Sánchez, entregara la grabación que destapa irregularidades en la gestión de la empresa en el Juzgado de lo Social. Cantos tiene abierto un litigio contra Invercaria —en la que trabajaba desde sus inicios— y contra Gómiz, por despido improcedente. Pero según Invercaria se le despidió «por falta de confianza».
Así lo confirmó ayer el nuevo presidente de Invercaria, Francisco Álvaro, que defendió la gestión de Gómiz y aseguró que, según un informe técnico de la empresa Graudio, presentado ante el juez el 27 de febrero, «hay serios indicios de manipulación en trece cortes de la grabación». Álvaro admitió que la voz que aparece es efectivamente la de Gómiz pero alegó que faltan partes esenciales para su comprensión y que fue manipulada «con intención de hacer daño político» y vinculó a Cantos con el PP, «su padre es un asesor económico de Arenas», dijo.
Álvaro, que negó la falsificación de expedientes y la falta de procedimiento, dice que en la grabación en realidad se está hablando «de volcar antiguos expedientes de empresas a un nuevo sistema informático de archivo llamado Tregua». Por ello insistió en «la transparencia» de la empresa que está «auditada por la Intervención General, y por la empresa Price Waterhouse, y cuyos fondos están aprobados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores».
Que corrupción y que gamberreo socialista chiquilla.
