QUIERE COBRAR POR REY MAGO La portavoz del Gobierno de Sevilla, la socialista Maribel Montaño, está persiguiendo a los organizadores de la Cabalgata de Reyes de Carmona, para que le paguen su traje de Gaspar. Así lo denuncia la Peña «La Giraldilla» a través de una circular distribuida por su presidente, Juan Ramón Talavera, quien se queja de la actitud de la delegada del Ayuntamiento de Sevilla tras ser elegida para representar al segundo de los Reyes de Oriente. Montaño solicitó salir sin la barba que caracteriza a Gaspar alegando que era una postura que adoptaba como mujer que reivindica la igualdad. Los organizadores le explicaron que la Historia no se puede cambiar, que Gaspar era un hombre y que nadie le negaba su condición de mujer, ya que lo que tenía que hacer era simplemente disfrazarse. Pero «todo ello derivó en su renuncia, decisión que tomó de forma unilateral», indica Talavera. Lo que no se esperaba era el siguiente paso que iba a dar la socialista. Montaño le envió «un sobre en el que nos entregaba las facturas de compra de telas y la de la confección por parte de la costurera por un importe total de 1.999,64 euros» aduciendo que «había realizado ya una serie de gastos» y que le tenían que ser devueltos. Montaño renunció a salir después de haberlo aceptado, pero exigió a los organizadores que le devolvieran el dinero que ya había gastado. Incluso fue a más. Se excusó diciendo que ella había hecho unas gestiones con la Obra Social de La Caixa para que esta entidad colaborara con la cabalgata aportando dos mil euros que, según ella, «estaban destinados a este fin». Es decir, a su traje. La Peña «La Giraldilla» solicitó entonces a La Caixa que aclarara para quién era el dinero. Según su presidente, la respuesta fue que la cantidad se donaba a la Cabalgata, no a Montaño. Por ello, la peña «tomó la decisión de no atender a la pretensión de doña Maribel Montaño, comunicándoselo mediante escrito, al considerar que la entidad no tiene responsabilidad ninguna sobre los gastos producidos ya que fue ella quien renunció, y que el dinero recibido por parte de la Obra Social de la Caixa ha sido destinado al uso correcto, que no es otro que el pago de una de las facturas de los regalos adquiridos para los centros asistenciales de ancianos y niños de la localidad». Sin embargo, prosigue Juan Ramón Talavera, «durante este tiempo hemos tenido que soportar las reiteradas llamadas de doña Maribel presionando para conseguir su objetivo, la recepción de mensajes y conversaciones en las que se nos “avisaba” de las repercusiones que tendría para la entidad no pagar esas facturas, e incluso que se presentase junto con su marido en mi casa, al no recibir de mí la contestación que perseguía». Pero el colmo llegó cuando Montaño recibió por escrito el acuerdo de la directiva de la Peña por carta. «Nos la devolvió sin abrir junto con una carta suya, con una serie de despropósitos, en un intento desesperado de conseguir lo pretendido». La Peña «La Giraldilla» solicitó entonces a La Caixa que aclarara para quién era el dinero. Según su presidente, la respuesta fue que la cantidad se donaba a la Cabalgata, no a Montaño. Para evitar un mayor malentendido, el presidente de la Cabalgata volvió a contactar con La Caixa con la intención de solicitar «por escrito un pronunciamiento oficial sobre las pretensiones de doña Maribel y comunicarle que nuestra entidad no procederá nunca al pago de los gastos privados de nadie, y que de ser éste el fin de esta colaboración, procederíamos a la devolución del dinero a la Obra Social». Sin embargo, ésta aún no ha contestado. Pero Montaño sigue sin darse por vencida. «También amenaza con “las puertas que estamos cerrando para el futuro”», dice Talavera. Y hasta «se permite el lujo» de poner en duda el destino final que, según la organización, han tenido los dos mil euros de La Caixa. Montaño ofreció el viernes otra versión de los hechos. Asegura que decidió no salir en la cabalgata «ante las amenazas de boicot repartidas a través de pasquines por parte de un grupo autodenominado “los católicos de Carmona” y con el ánimo de preservar la seguridad de las personas. En dicho pasquín, este grupo me acusaba de promover el aborto, la eutanasia y el presunto cierre de un colegio de las hermanas de la Cruz, del que fui alumna». Ni una sola mención a la barba. En cambio, Montaño reconoce que «en su momento reclamé al presidente de la Peña algo más de 1.900 euros en facturas de telas, adornos y confección, de las ropas de las más de 120 personas de la carroza y el Cortejo, que ya había sufragado de mi bolsillo». Pero, en contra de la versión del presidente, afirma que «decidí dar por zanjada esta reclamación hace más de un mes», razón por la que no puede «entender la actuación incomprensible y dolorosa personalmente para mí por parte de la peña», que según ella actúa «con la clara intención de hacerme daño».
|