Gerena - Sevilla

ES POSIBLE QUE ALGUIEN DEL AYUNTAMIENTO REALICE UNA EVALUACION DEL ESTADO ACTUAL DE ESTE PARQUE.CUALQUIER DIA SUCEDERA ALGO MUY GORDO Y ENTONCES SE TOMARAN MEDIDAS.ADEMAS DEL APRECIABLE DETERIORO DE LA BALLA Y LOS COLUMPIOS,EL OTRO DIA PUDE COMPROBAR ALGO INAUDITO,ALGUIEN HABIA QUITADO LAS TAPAS DE LAS FAROLAS Y LOS CABLES DE LA INSTALACION QUEDABAN AL AIRE,LOS NIÑOS PASANDO JUNTO A ELLOS Y SE PARABAN A COMPROBAR QUE ERA ESO.TUVE QUE BUSCAR LA TAPA COLOCARLA PARA EVITAR UNA TRAJEDIA.ESTO SI QUE ES REALMENTE MUY GRAVE,ESTA EN JUEGO LA INTEGRIDAD DE LOS MENORES.

UNA APRECIACION MUY ACERTADA,ESTAS COSAS SI SON LAS REALMENTE IMPORTANTES Y NO LAS BATALLITAS PARTIDISTAS.ME REVUELVEN EL ESTOMAGO ESTOS PERSONAJILOS ESCUDADOS EN FALSOS SEUDONIMOS.

si señor la colaboracion ciudadana tambien es importante y no solo la critica destructiva

la culpa es del chery

¿Donde están los famosos guardas del entorno?
El parque de la cantina, que por cierto está en pleno centro del pueblo tiene una imagen deprorable.
1.-Las bocas de riego sobresalen más de 5 cm del suelo, porque no hay ni albero, con el peligro de caidas.
2.-El columpio de los niños están no me rimes porque me caigo.
3.- Los árboles están a la altura de los niños, sobre todo las palmeras, con el riesgo de que algún niño se de en un ojo.
4.- Las alfombras que están alrededor de los juegos están todas levantadas y dan pena de verlas.
5.- Las vallas de colores que rodea el parquecillo infantil están casi todas quitadas.
6.- No hay alumbrado en el parquecillo infantil.
7.-Los sumidores de arquetas están quitadas o rotas, con el peligro de que algún niño meta el pie.
8.- Los perros están allí a su anchas.
9.- La fuente grande que esta enfrente al Canuto, no tiene protección, 10.- Entres tantas mesas y veladores cada vez hay menos espacios para que los niños juegen.
11.- Hay critales y botellas por todo lados.

Los padres nos deberiamos de levantar de alguna forma, coger firmas, por ejemplo.Porque allí cuaquier día pasa una desgracia y en este caso no podemos esperar a que no nos toque a nosotros.