Bonito cuento. -¡Tengo un cabreo...! ¿Qué te pasa? -Pues mira: que de aquí tengo que ir a casa de un compañero a llevarle unos apuntes que necesita... y vive muy lejos. -Mira, Demián... -Si, ya sé -lo interrumpí-, me vas a decir que yo no *tengo que* nada, que lo hago porque yo quiero, que yo lo elijo y todo eso... ya lo sé. -Claro, tú lo eliges. -Sí, lo elijo. Pero siento que es mi obligación. -Muy bien. yo no cuestiono que tú te sientas obligado. Lo que cuestiono,en todo caso, es que ni tú sepas por qué te sientes obligado. -Yo sé por qué me siento obligado:Juan es un tío fenomenal y cada vez que yo necesito algo, él está ahí para ayudarme. A mí me parece que no me puedo negar. -Mira, poder, puedes. En todo caso, lo que sucede es que... -...que me preocupa qué pensaría Juan de mí. -No, aún peor.Te preocupa qué pensarías tú de ti. -¿Yo? Me sentiría un indeseable. -Independientemente de lo que fueras o no si no le llevaras los apuntes, ¿no te estás sintiendo ya un indeseable por el solo hecho de tener pereza de ir? -Sí, supongo que sí. -Aquí está el problema de los sentimientos de culpabilad. ¿Ves?. La humanidad sufre y se fastidia la vida porque durante doce horas diarias se siente culpable de ser como es...Y las otras doce horas le fastidia la vida a otro diciéndole lo que tiene que hacer. -¡Ah! Ahora sí se, que solo sé que no sé nada. -Quiza sea lo mejor. Quizá sin saber nada haya má para aprender. Ésto es un cuento de Jorge Bucay. Aunque la frase "solo sé que no se nada" creo que se la ha copiado a Sócrates. No sé si os gustará. La he copiado porque me ha gustado. Saludos. |