Fuentes de Andalucía - Sevilla

Bilbao. Una vez más Jesús Eguiguren volvió ayer a resquebrajar los cimientos socialistas. En una entrevista concedida a Euskadi Irratia el presidente del PSE mostró su convicción en que ETA y el Gobierno Zapatero "están hablando desde hace tiempo". De hecho, el dirigente de los socialistas vascos aseguró que el Ejecutivo socialista español y la izquierda abertzale consensuaron el documento que se aprobó en la Conferencia de Paz celebrada en el Palacio de Aiete de Donostia el 17 de octubre, cuatro días antes de que la banda anunciara el cese definitivo de su actividad armada. Unas declaraciones que han desatado una nueva tormenta dentro del PSOE, hasta el punto de que tanto José Blanco, ministro de Fomento en funciones y portavoz del Gobierno Zapatero, y Rodolfo Ares, consejero vasco de Interior, han desautorizado al presidente

El presidente de los socialistas vascos aprovechó la ocasión para rebatir las opiniones del presidente del Congreso, José Bono, quien el lunes pasado, en el transcurso de la reunión del Comité Federal del PSOE, abogó por que el nuevo secretario general que tome el relevo de Rodríguez Zapatero, "debe ser un líder moderado capaz de gritar sin complejos : '¡Viva España!'". Para Eguiguren, sin embargo, "España no existe, es un mapa. Existen los españoles". Por eso reclamó que, en su opinión, es mucho mejor que el nuevo secretario general del PSOE "sea un hombre capaz de decir ¡Gora Euskadi! o ¡Visca Catalunya!, que uno que sea capaz de decir ¡Viva España!".

Reacciones Las palabras de Eguiguren tuvieron una rápida respuesta por parte de destacados dirigentes tanto del PSOE como del PSE, que no dudaron en desautorizar al presidente de los socialistas vascos.

Sin embargo, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, sin poder confirmar ni desmentir lo declarado por Eguiguren, sí daba credibilidad a las palabras del dirigente socialista. El jeltzale, no obstante, prefería mirar hacia adelante y ponía el acento en la responsabilidad que, en este sentido, tiene Mariano Rajoy como futuro presidente del Gobierno español. "Espero que Rajoy se comprometa con la adopción de las medidas que sean necesarias para apuntalar definitivamente la paz", medidas entre las que apuntó la flexibilización de la política penitenciaria.