Fuentes de Andalucía - Sevilla

Las encuestas que cada día se inyecta en vena la derecha en España son el opio que pretende anular la razón. La derecha está exultante y su máximo representante, Mariano Rajoy, aunque no se sepa su propio programa, mastica la alegría que su asesor principal, el malagueño Pedro Arriola, le insufla cada mañana cuando se atusa la barba y le pone la sintonía, descubrimiento de la campaña, «Alfredo no te creo».

Y Rajoy, al que cada día le pesa más la campaña porque nada tiene que decir o prometer, lo único que desea es volver a la tumbona árabe de la que nunca se separa, ni tan siquiera cuando lo llevan en volandas a los actos como el celebrado en Málaga el pasado martes. Nada nuevo dijo que no hubiera dicho y se movió en el área donde nunca se corren riesgos: Málaga está llamada a ser el motor económico de Andalucía y España. Como es natural, no dijo cómo.

Hay muchos indignados, votantes o no de la izquierda, que empiezan a rebelarse ante el hecho, no consumado, de que llegue a la Moncloa quien sigue sin decir qué va a hacer en asuntos de vital importancia, como la sanidad y la educación; la ley de dependencia y la de igualdad; la ley del aborto y los matrimonios gays; el desempleo y las pensiones y si dispone de la lámpara de Aladino para crear los millones de puestos de trabajo que promete González Pons.

Es posible que el otrora votante de izquierda que no tenía previsto votar o depositar su papeleta en blanco se lo esté pensando. Nada está perdido, ni nada está ganado hasta después del 20-N. Y que se sepa, el porcentaje de indecisos se mueve alrededor del 30%. Hay partido.
Ayer se llevó al Parlamento andaluz el presupuesto del próximo año.

Son unos presupuestos que garantizan las prestaciones sociales, en sanidad, educación, dependencia y cobertura social a los más necesitados. Son presupuestos que en nada alegran el pinganillo de Javier Arenas, sino todo lo contrario porque dejan en evidencia las no políticas sociales de su partido en otras comunidades como Castilla-La Mancha, Madrid, Murcia, Galicia y Valencia.