Fuentes de Andalucía - Sevilla

El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, lo avisó hace poco más de una semana: cuando la situación social y económica de los andaluces es tan "delicada y se mantiene en el tiempo" se pueden generar "situaciones de violencia porque la gente llega a un punto en que le da igual todo". Encendió el botón de alarma, y pocos días después tuvieron lugar los asaltos de los supermercados por miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) en Arcos de la Frontera (Cádiz) y Écija (Sevilla), éste último liderado por el parlamentario y alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo.

Ayer, en Granada, Chamizo no dudó en calificar de "peligrosa" la senda tomada por esta organización. El Defensor del Pueblo Andaluz dijo que la acción de los sindicalistas -algunos de los cuales fueron detenidos por la Guardia Civil en los días sucesivos- fue "demasiado arriesgada", al tiempo que apostó por buscar otros métodos y otras fórmulas para luchar contra la crisis. "El camino emprendido por el SAT puede ser peligroso", alertó Chamizo.

"Me parece que no es el camino, aunque sí hay un contexto de necesidades que a mí me llega todos los días. Pero cuando no está bien hecho, no está bien hecho", recalcó el defensor en clara alusión al asalto de los centros comerciales y el saqueo de alimentos.

Esas necesidades de las que habló Chamizo se verán seriamente agravadas con la supresión de la ayuda de 400 euros a los desempleados que han agotado sus prestaciones. Será una "tragedia", advirtió, y de nuevo auguró el defensor que "puede haber problemas grandes de violencia. Entonces sí que va a haber problemas en los supermercados. Espero que ese error no se cometa y se busque el dinero de donde sea".

Mientras tanto, Sánchez Gordillo sigue lanzando órdagos: ayer dijo no tener ningún inconveniente en renunciar a los "privilegios" que le otorga su condición de aforado al ser miembro del Parlamento, aunque se trate de una decisión que no le compete. Eso sí, no se plantea dejar su acta de diputado. El alcalde de Marinaleda no quiere "ninguna protección ni red" ante la justicia por el asalto que comandó, megáfono en mano, en el supermercado de Écija. Una acción que, a su juicio, "no fue violenta", y que encabezó siendo "fiel" a su compromiso que hizo público al tomar posesión de su acta de parlamentario de "defender al pueblo, a los trabajadores y subvertir el orden establecido del capitalismo".

Por su parte, el director de Cáritas de Sevilla, Felipe Cecilia Franco, transmitió ayer que su organización no aceptaría una ayuda que fuera fruto de asaltos a supermercados "por ser violentos" y realizados "contra la ley". Para el máximo responsable de Cáritas en la capital hispalense, los asaltos liderados por el SAT "no son la manera" y su organización no aceptaría una ayuda que "venga de esa manera" y por la "actitud" que subyace tras ellos. Cáritas rechaza la "parte violenta y de transgresión de la ley" que subyace tras esos actos, dijo Cecilia.

El decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo, reconoció que esas acciones pueden servir como "llamada de atención", pero pidió "menos demagogia y más actos positivos de solidaridad y ayuda".

La alcaldesa de Fuengirola (Málaga) y vicepresidenta segunda del Parlamento, Esperanza Oña (PP), tildó de "reivindicación chapucera para captar adeptos" los asaltos a los supermercados. En la última entrada en su blog personal, titulada Izquierda Hundida, la dirigente popular afirma que a Sánchez Gordillo le conviene en estos momentos "del fracaso rotundo ideológico de IU-CA, difundir la escena de la reivindicación chapucera para captar adeptos, llevándose las cámaras de televisión para que reproduzcan las imágenes de la vergüenza".

Oña asegura que "lo fácil para los revolucionarios falsos es asaltar las cajas de los supermercados, pero lo difícil es rescatar el dinero de los ERE y devolverlo a su destino. Lo fácil es arengar a la gente aprovechándose de sus penas para que acudan a los supermercados a robar, y lo difícil es reconocer que la situación de paro y pobreza de esa gente llega tras 30 años de gobiernos de izquierda".

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