Estepa - Sevilla

Este año celebramos 200 años de nuestra primera Constitución, que no 200 años de constitucionalidad.

Hoy, después de de estos dos siglos, nos vemos con una Constitución que ni siquiera conocemos, es más, la mayoría de la población quizás nunca la haya hojeado. Nuestros dirigentes, los de ayer, los de hoy y seguramente los de mañana, nos la recuerdan, nos recuerdan nuestras obligaciones, pero se olvidan que nuestra Constitución es extensa y, al igual que obligaciones para la ciudadanía, existen obligaciones para nuestros dirigentes, como cumplir con nuestros derechos.

Aunque claro está que la culpa de todo esto es nuestra, nos tomamos la democracia como un gran encuentro deportivo, un gran derbi, lleno de tensión y emoción. En el que estos dos grandes equipos (partidos) se disputan la victoria. Y nosotros qué, nos limitamos a observar y como fieles hinchas aplaudimos las grandes jugadas de los nuestros y pitamos las grandes jugadas del oponente.

Esto que suena tan divertido, es la triste realidad, no somos capaces de diferenciar entre la política y el seguimiento a un equipo de fútbol, baloncesto o balonmano. Si nuestro equipo no gana o incluso si desciende de categoría, seguimos apoyándolo como fieles seguidores.

En cambio, en la política no somos fieles seguidores de un partido, sino de unos ideales, o al menos así debería ser, mantener unos ideales, nuestros ideales, que coincidirán más o menos con algún partido.

Pero... ¿qué pasa cuando nos comportamos como hooligans?, ¿qué pasa cuando los que defienden nuestros ideales pasan a defenderse ellos, a jugar sucio con tarjetas y expulsiones?, ¿qué pasa si nosotros no queremos ver que nos están fallando?... Entonces es cuando desaparecen los que democráticamente luchan por la Constitución y entran los que democráticamente elegidos luchan por ellos.

Pero a diferencia del deporte, en el que la afición tiene por objetivo la victoria de su equipo, en la política la victoria sólo es el primer paso para que trabajen por nuestro bienestar. Para que luchen por nuestros derechos. Aquí es donde nos perdemos en nuestra democracia, aquí es donde los dos equipos pasan a jugar contra la afición. Hoy gano yo… hoy ganas tu… hoy juegan por la derecha… mañana por la izquierda. Y qué más da, llegarán a portería y nos pillaran confiados.

200 años de Constitución, otros tantos de democracia y nosotros… igual, levantando una y otra vez lo que ellos hundieron.

En fin. ¡Viva el Betis manque pierda! ¿o no?

Lo que has liado para decir VIVA EL BETIS MANQUE PIERDA, JOLINES.

Como se aburren algunos........

Algunos dinusaurios anteriores a la logse, no solo la hojeamos, sino que nos la aprendimos de pe a pa. Con el transcurrir de los años y llegando las nieves a la testa, no se porque, nos percatamos de la forma tan distraida en la que perdimos nuestro tiempo y esfuerzo y aun asi nos entran ciertos picores por debajo del arco, cada vez que nos hablan de las magnificencias de cartas magnas (gordas pa los de la logse).

Maxime cuando recuerdas chorradas de que todos tenemos derecho a no se que ilusiones absurdas para paletos y de que todos somos iguales, pa jodernos, porque para otra cosa no he visto ni conocido equidad alguna.

En fin, ami que no me gusta el futbol, agradezco el esfuerzo que hace alguien al que le gusta. Aunque si me permites un consejo, te hubiera quedado genial si te hubieses despedido con un..

¡¡VIVA LA PEPA!!.....Pal caso es igual.

Quizás no he sabido hacerme entender. Lo del deporte tan sólo es un símil y si depués de haber leido este texto la conclusión es que he querido hablar de deporte, una de dos, o me expreso mucho peor de lo que creía o no lo habéies leido bien.

Saludos.