El Pedroso - Sevilla

Alcaldía encubierta para beneficiar a firmas de su pueblo
a. r. vega / sevilla
Día 24/04/2011 - 22.04h10 comentariosPara bien o para mal, todos los caminos en el escándalo de los ERE fraudulentos conducen a El Pedroso. Un pueblo de 2.200 habitantes enclavado en la Sierra Norte de Sevilla que se ha hecho tristemente popular por ver nacer y medrar políticamente al exdirector general de Trabajo de la Junta Francisco Javier Guerrero (1999/200. Sus cuatro años como regidor (1995/1999) le granjearon una merecida fama de «conseguidor» nato y un apodo que ha sobrevivido incluso años después de que cediera el testigo a regañadientes al socialista Rafael Rosendo. «Lo llamaban el “Súperalcalde” porque no había problemas para él, a todo el mundo lo recibía en su despacho y siempre les decía que sí», relata un concejal de esta localidad.

Francisco Javier Guerrero cambió la Casa Consistorial por un despacho más lujoso en la Consejería de Empleo, pero nunca olvidó sus orígenes. No tenía medida a la hora de concederle ayudas a su pueblo, como se comprobó después durante la instrucción del caso de los expedientes de regulación de empleo falsos por parte del juzgado de instrucción número seis de Sevilla. Empresas semimunicipales como la Sociedad de Desarrollo Local de El Pedroso, Construcciones y Urbanismo Sierra Norte o La Jarosa de Desarrollo Turístico, fundadas durante su mandato, recibieron 1,8 millones de euros en ayudas excepcionales para proyectos que, en algunos casos, no llegaron a materializarse, con cargo a la partida que denominó «fondo de reptiles». Otra intensa lluvia de millones fue a parar a empresas privadas montadas por dos exconcejales del PSOE cuando aún formaban parte de la Corporación. Uno de ellos, hijo del exregidor Rafael Rosendo —intruso en el ERE de Cydeplast, sociedad donde no trabajó nunca—, encontró una lucrativa mina en las sucesivas transferencias bancarias que autorizaba Guerrero, que está imputado en el caso.

Al contrario de lo que pudiera pensarse, la relación de Guerrero con los Rosendo fue una montaña rusa. José Enrique Rosendo, su concejal de Urbanismo, trató de persuadir al portavoz del PA por entonces, Francisco López Díaz, para montarle una moción de censura y arrebatarle la vara de mando. Se decía que quien movía los hilos en la sombra era José Caballos, presidente por entonces del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla y muy apegado a su padre. «Dos gallos no cabían en el mismo corral», expone otro vecino.

Guerrero, empero, no le guardó rencor por aquella maniobra traicionera para defenestrarlo a juzgar por las ingentes sumas que insufló a sus empresas. Cuentan allegados a él que, en realidad, le movían una vanidad acrecentada por su cargo y la pura filantropía hacia su pueblo, donde sigue teniendo una segunda residencia para los fines de semana. Donde, aún hoy que el fango de los reptiles ha enlodado su rumbosa figura, el apodo sigue intacto. Todavía lo llaman el «Súperalcalde».

Convenio firmado
Convenio firmado por el exdirector general de Trabajo de la Junta, Francisco Javier Guerrero, y el exresponsable del IFA, Francisco Mencía, que autoriza el pago de 450.759 euros (sobre estas líneas), con cargo al fondo autonómico para empresas en crisis, a la Sociedad de Desarrollo Local de El Pedroche SL para hacer un mapa de yacimientos mineros.