Coripe - Sevilla

Robos de ganados y cosechas

Vuelven los cuatreros al campo andaluz

La piara de Encarnación Barroso pastando en la dejesa de Coripe. | Conchitina

* Los robos de aceituna para molturar no están protegidos por ningún seguro
* Los agricultores sospechan de algunos mataderos donde se sacrifican los animales
* Las organizaciones profesionales alertan del riesgo de patrullas de vigilancia

Olatz Ruiz | Sevilla
Actualizado domingo 18/10/2009 04:49 horas

Los robos en el campo se están convirtiendo en uno de los principales problemas del agro andaluz, que se debe añadir a la crisis de precios por sus productos y la disminución de la renta agraria durante muchos años seguidos.

Siempre ha habidos robos en el campo, pero en los últimos tiempos los casos se multiplican y parece que los ladrones operan con mayor impunidad. Ya no se trata de robar gallinas como en los tiempos de �El Lute� (aunque también se da) ni del asalto a un campo de melones por parte de unos turistas desaprensivos que quieran hacer la gracia y contarlo después a sus amigos como una �hazaña� del veraneo.

Ahora los robos en las fincas y los huertos son hechos cotidianos que en su mayor parte corresponde a profesionales que incluso mantienen relaciones con auténticas mafias que compran los objetos del delito y los comercializan.
70 denuncias al mes

«En los últimos tiempos estamos recibiendo del orden de 70 denuncias al mes, pero nos consta que apenas suponen el 10% de los casos reales de robos», explican desde Asaja-Sevilla, organización agraria que pide a sus socios que les informen de estos casos para ponerlo en conocimiento de la Delegación del Gobierno a fin de presionar a la hora de reclamar soluciones, sobre todo más vigilancia.

Rafael Acuña, agricultor de Humilladero, una localidad malagueña, ya ha sufrido varios robos de aceituna. «En estos días estoy más tranquilo porque la aceituna de verdeo (la de consumo de mesa), que es la que estamos recogiendo, tiene mala salida en el mercado porque en un día que esté almacenada se pone mala, pero en cuanto empiece la aceituna negra (para aceite) volverán los problemas», cuenta.

Acuña explica que en la aceituna no hay seguro de robo, al igual que en otros productos agrarios, y pueden perder todo la cosecha. Sin embargo, los ladrones saben de sobra cómo evitar ir a la cárcel porque si les pillan con mercancía por valor de menos de 400 euros es una falta y no un delito y están en la calle.

«Sólo contamos con una patrulla de la Guardia Civil para cuatro pueblos y se ha dado el caso de que han robado al lado del cuartel. Incluso han recibido alguna llamada denunciando un falso robo en una punta de la zona de vigilancia y mientras tanto los ladrones hacían el �trabajo� en el otro extremo. En todo caso, en el campo se sabe dónde están los puntos de venta de esas aceitunas robadas y creemos que, si cerraran unos cuantos, al menos se atajaría el problema por un tiempo», concluye.
Vuelven los cuatreros

¿Son los robos consecuencia de la crisis? De todo hay, pero algunas modalidades de robos parecen indicar que se está consolidando un nuevo tipo de delincuencia porque es fácil acceder a las fincas y las casas de campo. Aunque esa �novedad� es relativa, porque uno de los fenómenos que se aprecia es la vuelta de los cuatreros.

«A mí me han robado 37 cochinos en una noche, pero no los han montado en un camión para llevárselos, los han sacado por la otra punta de la finca, a través del campo y posiblemente estén en alguna explotación próxima camuflados entre el resto del ganado», denuncia Encarnación Barroso, ganadera de la localidad sevillana de Coripe. Evidentemente salta la sospecha de que un vecino esté agrandando su cabaña a costa de ella.

El secretario general de Asaja-Cádiz, Cristóbal Cantos, confirma que está proliferando el fenómeno de los cuatreros en el campo andaluz. Todo ello a pesar de que los animales están controlados con un sistema de identificación electrónica y de crotales que diferencian a cada animal. Tal vez por eso, algunos intentan burlar posibles inspecciones y optan por sacrificar los animales directamente en el campo.

«A mi vecino el otro día le mataron un cochino en el campo, lo despiezaron allí mismo y se llevaron la carne», comenta Encarnación Barroso.

Sin embargo, aunque según Cantos «se dan casos puntuales de algunos desesperados que están en el paro y que matan un cochino o roban unas gallinas para dar de comer a la familia», es muy disitnto cuando hay matanzas de muchos animales, incluso terneros, o sencillamente desaparecen.

«Ahí hay alguien que compra la mercancía y también sospechamos que algún matadero actúa de forma ilegal y compra esa mercancía sin preguntar su procedencia, a todas luces sospechosa», añade.
Patrullas de vigilancia

En todo caso, el aumento de esta inseguridad en el medio rural ha llevado a Asaja a advertir de la organización de «patrullas de autodefensa» de agricultores para vigilar el campo, sobre todo por la noche. Esto no es nuevo, aunque se prefiere no tener que dar el paso porque puede acabar como el rosario de la aurora.

Precisamente hace unos días los agricultores de los regadíos de El Puerto de Santa María, que llevaban cuatro años constituyendo patrullas nocturnas para evitar robos, han decidido acabar con estas tareas ante la presencia de la Guardia Civil, que en estos días está volviendo a realizar labores de vigilancia en las zonas rurales de este municipio gaditano. A lo mejor finalmente se ha llamado la atención sobre los robos.

https://ww.elmundo.es/elmundo/2009/10/17/andalucia/1255805231.html

joe es verdad ya no se pue tene na en el campo, antes habia mas vigilancia, estaba todo mas controlado, ahora ya no hacen na.

es verdad hace unos años esto no pasaba tan impune, los guardas controlaban mucho mas, ahora no hay quien controle y todo esta desmadrado.