Constantina - Sevilla

–Cuenta en su libro que la subvenciones públicas han sido la principal fuente de ingresos de la banda terrorista. ¿Por qué se ha tardado tanto tiempo en cortarles el grifo?
–Porque los gobiernos que les concedían esas subvenciones han querido ser condescendientes con ETA. No han querido enterarse de que ese dinero iba a financiar el terrorismo y por falta de voluntad.

–¿Cree que la lucha antiterrorista ha sido la adecuada?
–Ha tenido periodos más brillantes y otros más opacos, como en la etapa de negociación de Zapatero. La lucha antiterrorista sigue teniendo un flanco débil: la financiación. En este terreno ha habido pocas actuaciones y demasiada timidez. Por un lado, se deberían controlar las operaciones bancarias de las organizaciones etarras, algo que no se ha hecho, creo que por falta de voluntad de los gobiernos. También se debe reprimir a los empresarios que ceden a la extorsión y pagan a ETA, porque no son unas pobres víctimas, son unos delincuentes. Por estas dos vías se podría llegar al colapso de la banda.

–¿Cuánto se estima que recauda hoy la banda terrorista a través de la extorsión a empresarios?
–Es variable a lo largo del tiempo, pero estimo que el año pasado hemos estado en torno a los cinco millones de euros. Además, el año pasado se intensificaron las cartas posiblemente previendo la etapa de inactividad de una tregua para favorecer la legalidad de Sortu.

–De producirse los resultados de 2007, los abertzales gestionarían 300 millones de euros. ¿Es suficiente oxígeno para la banda?
–Sí. Su presencia en los ayuntamientos es una forma de colocar en nómina a los simpatizantes de ETA que luego pasarán la información para hacer atentados.

– ¿ETA ha arruinado al País Vasco?
– El terrorismo ha provocado una reducción de la actividad económica. Ha dejado de producir un 20 por ciento y ha traído una gran fuga de cerebros e inversores.