Constantina - Sevilla

Esa especie de máquina de salpicar basura en que parece haberse convertido la derecha española, después de que le hayan puesto al descubierto sus múltiples fechorías corruptas, hoy se ha puesto en marcha para refrescar la presunta participación de los sindicatos en la trama de los EREs irregulares de Andalucía.

La jueza Alaya, esa señora de los mil y un modelos, debería imputar y acusar de una vez por todas a quien sea necesario porque ya está bien el cachondeo. El caso de los EREs irregulares se está utilizando más políticamente que judicialmente y son ya tres años de sumario. Aquí cuando la cosa se pone fea para el PP se tira de los EREs y se extiende esa cortina de humo que tapa parcialmente lo que interesa que no se vea mucho.

Los sindicatos, que sospechosamente están muy callados ante las tropelías sociales que comete el gobierno del PP, deberían salir con la contundencia y la claridad necesaria a defenderse de las acusaciones que por capitulos les hacen desde la justicia y desde el PP y hasta presentar las querellas oportunas; y si no lo hacen en esos términos es para pensar que han participado en ese vergonzoso pastel de corrupción que elaboraron solo unos cuantos?

Las mediadoras, las aseguradoras, los facilitadores, los conseguidores, los beneficiarios....¡todos a trincar! Ya lo único que nos hace falta a los trabajadores de este país es comprobar que no nos podemos fiar ni de los sindicatos.

Mal, muy mal se está poniendo el panorama, tan mal que de esto solo están sacando una suculenta tajada los que han provocado esta situación tan lamentable y tan injusta.