Constantina - Sevilla

Poco a poco, a través de la prensa "subversiva", nos vamos enterando del cometido real que la trama Gurtel tenía. A los trajes de Camps, los manejos indecentes de las representaciones ficticias de Urdangarín, los apoyos "desinteresados" de famosos que acudían a la llamada de Rita Barberá para que se hiciesen notar en las inauguraciones en Valencia, y a los bolsos pijas de la alcaldesa del PP, hace unos días nos enteramos del regalo de bodas a la hija de Aznar y a su yerno consistente en el pago de la factura de la iluminación, y hoy nos enteramos de que, además, también se pagó con cargo a Gurtel la factura del sonido de aquella fatídica boda.

Si en este país hubiese una justicia totalmente independiente del poder político, entre el Gurtel y los papeles de Bárcenas hay materia más que suficiente para derrocar al gobierno, meter en el talego a la mitad de los dirigentes del PP y a la otra mitad mantenerla en la prevención.

Estos son los que se autoproclamaban como la solución a los problemas de los españoles, de esos españoles que no tenemos ni sobres, ni sobresueldos extras, ni quien nos pague nuestras juergas y que pagamos religiosamente nuestros impuestos a la Hacienda Pública.

Abundando en los tejemanejes de estos del PP, ayer nos enteramos que los diputados de la Comunidad de Madrid también cobraron sobresueldos durante
2010 y 2011. Unos 30.000 euros al año además de los 5.000 euros mensuales que ya cobraban como diputados, con lo que los señores de la alta escala social de España se llevaban al bolsillo unos 7.500 euros mensuales mientras muchos españoles no llegaban a fin de mes.

Lo dicho, la mitad de los altos cargos del PP al talego y la otra mitad en prevención.

Poco a poco nos vamos enterando de los verdaderos motivos por los que los destacados señores del PP aceptaron entrar en política:

Otro que se añade a la lista de perceptores de sobresueldos es el actual alcalde de Sevilla, Ignacio Zoido, quien también cobraba 1.800 euros mensuales al margen de su sueldo como parlamentario andaluz.

Suma y sigue.