...y la vida sigue Reto al que diga que no tiene la razón Mariano. Yo nunca he estado mejor que ahora que soy un parado. Cinco años hace que tengo las manos de pedernal, la tez rosada y menguadas: carne, bolsa y heredad. Soy liviano pajarito con alegre despertar; canto glorias al divino y loas al capital. Qué feliz sería mi madre, si viviera, al contemplar, como el fruto de su entraña ahora es un “gentleman”. He cambiado las costumbres y me hice vegetariano, no tengo techo ni lumbre; soy un ser afortunado. Dos pepinos, tres tomates y una lechuga de saldo, y como todos los días que van del lunes al sábado. Los domingos, por precepto y sagrada caridad, me alimento de los restos que sobran a los demás. ¿Quién quiere trabajo?, Aníbal, yo los rechazo a millares, de todo quehacer y guisa. salario, tiempo y lugares. Reto al que diga que no tiene la razón Mariano. La crisis llegó a su fin. No ponga en duda sus datos, que alborea un mundo feliz. Sin pausa nos van borrando de la vida y porvenir, y entre exilio y camposanto se va la cifra bajando, y de aquí al año tres mil todos muertos, todos calvos, y yo, amigo, mientras tanto, mi vida te voy contando por hacer algo que olvide, que me tengo que morir. Saludos |