Marihuana NO, pequeña planta de sangre verde, no llores. Haz caso a ese sabio consejo que te dio el rey del reagge pequeña Mari Juana, musa vegetal que suele dejar en el ambiente y en los aparatos respiratorios olores psicotrópicos de los que les daban la vida a Bob Marley, uno de tus grandísimos amantes. Ya te lo insinuó también él al oído, "could you be loved" [podías ser amada], porque cuentan de ti que nada mejor que conocerte en la intimidad para demostrar que tus chistes de humo traen la felicidad de la risa floja y que las caladas a tu aroma son menos peligrosas que el alcohol y el tabaco juntos. También dicen de ti que tu beso continuado tiene efectos terapéuticos de esos que hacen más llevaderas algunas tristísimas enfermedades cuyo retorno a la salud está prácticamente caducado. Pero, pequeña Mari Juana eres una proscrita y la Guardia Civil te busca y persigue sin descanso para que no acabes segando indiscriminadamente las neuronas de quien te empieza a querer hasta rozar el límite del deseo o te achucha en exceso; ni las de aquellos que empiezan a coquetear contigo sin saber que les vas a hacer daño. Te buscan porque eres la culpable de que muchos estén living la vida loca en arrebatos de fuego de noche y nieve de día. Parece que tienes más éxito entre las grupies que Ricky Martin, quien ya pregonó de ti que "ella qué será, she,s living' la vida loca, y te dolerá si de verdad te toca; ella es tu final si vives la vida loca, aunque ella te dirá que vivas la vida loca" y que además te bebas la copa de la vida al ritmo sincopado de un, dos, tres, olé, olé, olé... Y es que tus amantes creen que eres una mujer especial, como caída de otro planeta. Sin embargo, eres un laberinto carnal que te atrapa y no te enteras. Así eres tú, María, verde como la esperanza de un nuevo día, pero eres veneno para quien de ti se quiera enamorar. Así eres María, tan caliente y fría, que si cualquiera te bebe, de seguro lo matarás. Un, dos, tres, un pasito palante, María; un, dos, tres, un pasito patrás. Pequeña Mari Juana, ya sé que tienes el corazón partío desde que la Guardia Civil emprendió contigo la operación lifting, quitándote kilos y kilos de tus hierbajos sobrantes y que de mucho pensarlo tu fotosíntesis es todo un caos y hasta los nervios hacen que se te suba la savia a la planta de arriba, pero no llores pequeña Mari Juana, no sirve de nada. Estas sentenciada. Porque, ya lo ves, que no hay dos porros sin tres, que la vida va y viene y que no se detiene... y, qué sé yo. Te buscan porque creas una adicción de esas de casi toda la vida, de esas que a quien le faltas se pregunta eso de ¿quién me va a entregar sus emociones? ¿quién me va a pedir que nunca le abandone?, ¿quién me tapará esta noche si hace frío? ¿quién me va a curar el colocón partío? ¿quién llenará de primaveras este enero, y bajará el humito para que juguemos? Dime, si tú no estás, dime cariño mío, ¿quién le va a curar el colocón partío?
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