Aznalcóllar - Sevilla

Una vez más, esta gente demuestra su “GRAN” sentido democrático, afirmando que todo lo que no sea comulgar con sus ideas, está equivocado, es maligno y pernicioso. Los grandes poseedores de la Verdad, el baluarte de los Derechos Civiles y autoproclamados Libertadores de mentes oprimidas y voluntades dominadas, deberían dejar de buscar la paja en el ojo ajeno para darse cuenta de la viga que tienen en el propio.

Desde 1979, el PSOE no ha hecho más que prostituir las siglas de su partido y traicionar a la clase trabajadora y por consiguiente a sus fundadores y a todos aquellos que lucharon y fueron castigados por querer lograr Igualdad y Justicia para la gran mayoría de los pobladores de la tierra: los trabajadores, los obreros! ¿Qué ocurre con el respeto que le deben a Pablo Iglesias, a Besteiro o Prieto, a Largo Caballero, Fernando de los Ríos o Araquistán? Por nombrar unos cuantos.

Han pasado de encabezar un movimiento huelguístico que conmocionó a la burguesía en 1917 y de participar en las huelgas de los años 50 y 60, enfrentándose a la dictadura franquista, a sofocar huelgas de jornaleros, de astilleros, de transportistas... con cargas policiales, multas, sanciones y detenciones, según las palabras del Sr. Pérez Rubalcaba, no hace muchos días.

Han pasado de luchar contra el capitalismo y por la soberanía popular a someterse a los intereses del capital y los mandatos de los países dominadores a nivel mundial, pasando a ser esclavos de la globalización.

Han pasado de ser ilegales en clandestinidad a convertirse en autómatas legalistas constitucionales con la potestad de declarar ilegal a otros seres humanos y el poder de decisión sobre el futuro de muchas vidas.

Han pasado de ser lo defensores de los afanes e intereses de las clases trabajadoras nacidas de la revolución industrial a ser los azotes y verdugos de las protestas obreras.

Han pasado de ser los aliados de las Fuerzas Republicanas que provocaron el derrocamiento de la monarquía del Alfonso XIII y la posterior instauración de la 2ª República a ser defensores a ultranza de la actual monarquía, llegando a detener y multar a colectivos y personas individualmente, por exhibir y ondear la tricolor republicana en nuestros días, haciendo caso omiso de la pluralidad política y de ideas.

Han pasado de encabezar manifestaciones y marchas contra el ingreso de España en la OTAN durante el gobierno de Adolfo Suárez con la UCD, esgrimiendo como objetivos prioritarios el desmantelamiento de todas las bases extranjeras en territorio español y la desnuclearización del Mediterráneo (palabras de Felipe González en Marzo de 1980 en el Congreso de la Unidad de Partidos Socialistas de la Comunidad Europea) a defender las bases americanas, sobre suelo español, permitiendo el mantenimiento, abastecimiento y despliegue de fuerzas bélicas, en suelo español, partiendo hacia zonas de guerra y sembrando la muerte entre muchos civiles inocentes (Golfo Pérsico, Irak, Palestina, Afganistan...)

A principios de los 80, Felipe González, en el diario El País, calificó el ingreso de España en la OTAN como “barbaridad histórica” y “tremendo error” y Alfonso Guerra manifestó a Diario 16, que “el eventual ingreso en la OTAN convertiría a España en una colonia de EE UU”.

“Detalles” como estos hay muchos más, ya que más de 30 años de “democracia” dan para mucho. Sobra decir que en lo tocante a honestidad y transparencia dejan mucho que desear si recordamos todos los casos de corrupción que han salido a la luz (de la Rosa, el hermano de Alfonso Guerra, Vera, Luis Roldán, el reciente caso Estepona...). No es mi intención de aburrir al lector, pero he querido dar una pequeña muestra de la doble moralidad de alguna gente que pretende luego darnos lecciones de moral, de democracia y respeto.

Por si algunos de estos “Socialistas Obreros Españoles” lo ha olvidado: el Socialismo es una ideología política que defiende un sistema económico y político, basado en la propiedad o posesión democrática de los sistemas de producción y su control administrativo por parte de los mismos productores o realizadores, es decir: los trabajadores, y del control democrático de las estructuras políticas civiles por parte de los ciudadanos. La búsqueda del bien colectivo, el desarrollo en cooperación e incluso la igualdad social. En resumen apoderar a quienes realizan la vida social y economía de una sociedad en lugar de darle poder sólo a aquellos que las puedan comprar o concentrar el control de ella (e incluso elaborar mecanismos para evitarlo de raíz), de ahí su carácter originalmente anticapitalista.

Es un término político, que permanece fuertemente vinculado con el establecimiento de una clase trabajadora organizada, creada ya sea mediante revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras. La radicalidad del socialismo no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.

El Estado obrero debe estar organizado de abajo hacia arriba (en oposición al Estado de clase, organizado de arriba hacia abajo), de los sectores económicos y políticos para evitar (parcial o completamente) que una minoría de los ciudadanos poseedora de los medios de producción (burguesía) pueda ejercer la explotación a la mayoría de los ciudadanos obreros de la producción.

Pues muy claramente podemos asegurar que nada de esto se cumple en nuestro país y menos aún cumplen los “Socialistas Obreros” con su doctrina. El capitalismo sigue imperando, los obreros siguen siendo los explotados, los que pagan todas las consecuencias de las malas gestiones de los sucesivos gobiernos y los políticos se han convertido en la nueva aristocracia, con sus privilegios y ventajas.

...menos mal que existe IU, que lo va a arreglar todo