Palabra de Dios Lo ha dicho el cardenal Cañizares, y J.J. que desde que estuvimos en la catedral es amigo de las mitras y las sotanas, los recientes escándalos sobre presuntos casos de pedofilia por parte de sacerdotes católicos en Alemania, Irlanda, Italia, Francia, España, Estados Unidos y apenas 20 o 30 países más, no son más que una cortina de humo para que la sociedad no hable de lo verdaderamente importante: Dios. A ustedes, almas de cortas miras, puede parecerles que el que unos miles de sacerdotes abusen de niños es un escándalo que debería hacer temblar los cimientos de una institución que representa a Dios en la Tierra, pero piensen que en la inmensidad del Universo creado por el Todopoderoso (y no me refiero al Jefe Supremo), todo esto no es más que una anécdota. Por lo tanto, sigamos las directrices de quienes más saben del asunto, el Papa y los cardenales, pasemos página sobre estos miles de tontos incidentes y hablemos de Dios. ¡Qué grande es Dios! Es tan grande que está en todas partes, lo que se conoce como “omnipresencia”. Sí, sí, está ahí mismo, detrás de ustedes mientras leen estas líneas en su pantalla de ordenador. Y al mismo tiempo está, pues que sé yo, en el Congo junto a un niño que ve como su madre muere de Sida, y también en una reunión en nuestra 6ª, observando como J.J. y Paco el Minero, estan preparando un escrito donde van a reconocer que engañaron y manipularon. Y lo mejor de todo es que es capaz de ver todos esos mundos paralelos, tan alejados unos de otros, cada uno con su problemática, sin intervenir en ninguno de ellos. ¿Porqué? se preguntarán los que suspendieron catequesis, pues porque Dios nos ha dado “libre albedrío”, es decir, la posibilidad de que seamos nosotros mismos los que nos equivoquemos. La madre del niño se equivocó al no haber huido a tiempo cuando los soldados llegaron a la aldea, y los exmineros se equivocaron al no creyer a los sociatas en año 2007, cuando aquello de 25-25-25. Y Dios, que todo lo sabe y que bien podría intervenir si quisiera, se muerde la lengua y nos deja hacer. Si, ya lo sé, ahora habrá quien diga, y entonces para qué sirve Dios. Hombre pues para muchas cosas, pero fundamentalmente para que nos queramos los unos a los otros, como muy bien demuestra la historia de la humanidad en la que la religión ha sido siempre un elemento cohesionador entre naciones, razas y distintos pensamientos, lo mismo que nuestra 6ª ha sido siempre un elemento cohesionador entre los exmineros. Y podríamos seguir hablando de Dios, pero ya está bien por hoy. Si quieren, cuando salgan unos centenares más de casos de pedofilia, les explico como es posible que si Dios es el creador de todo exista la maldad y existamos nosotros como 6ª, ya que eso querría decir que la maldad y nuestra 6ª está también dentro de él. Vayan ustedes tranquilos con Dios, siempre que no sean niños, claro. Nota: Para la confeccion de este escrito he recibido ayuda, lo que agradezco en mi nombre y en el de la 6ª Megafonoman
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