Aznalcóllar - Sevilla

J.J. se ha convertido en el único sindicalista de nuestro maleado pueblo que dice lo que piensa y piensa lo que dice. Ya era hora, después de 30 años, que alguien se atreviera a reclamar a los sociatas lo que es de justicia: que pidan perdón por los 30 años de gobierno.
Algunos del PSOE han llegado a publicar que J.J. no es más que un “corre-ve-y-dile” de nuestro Caudillo (€), que se dedica a hacer el trabajo sucio de mantener permanentemente engañados a los exmineros.
Esta gente es incapaz de entender las verdaderas razones que mueven a un líder del sindicalismo como J.J.. A nuestro ex portavoz le motiva exclusivamente el amor que siente por lo auténtico, por lo genuinamente aznalcollero. Qué fácil resultaría reconocer y aceptar como propio lo hecho por los sociatas: la actuación en mas del 90% de las calles, el PAMA, el instituto, la biblioteca, el hogar del pensionista, el nuevo campo de futbol etc. Qué sencillo vanagloriarse de haber sido un pueblo minero y trabajador, que habrá pleno empleo cuando termine esta maldita crisis. Qué poco le hubiera costado haber sacado pecho ante su amigo Marinaledo diciéndole que cuando en su pueblo no hay empresas, aquí se trabaja para que se instalen entre mas mejor.
Pero nada de eso va con el carácter de nuestro amado exportavo. Él es un hombre sencillo, austero hasta el punto de lo estoico. Sólo se permite algunas pequeñas licencias como ese toque de sencillez cuanto esta delante de los medios de comunicación. Y un hombre así no puede aceptar como propio lo que sabe que es un simple préstamo de la historia. Los sociatas no sólo tienen que pedirle perdón por gobernar, si no que de paso deberían irse todos de aznalcollar antes que sean expulsados cuando ganemos las elecciones. Y que se anden con cuidado los que no nos voten, que los siguientes en pedirle perdón van a tener que ser ellos.

Megafonoman