Arahal - Sevilla

En el día de ayer se vivió una intensa y emotiva jornada deportiva en el campo municipal de futbol, donde se rindió un merecido homenaje a CABRERA.

Los equipos integrados por antiguos jugadores del trofeo “La Rata” fueron los encargados de hacernos disfrutar de una noche inolvidable, todos los allí presente disfrutamos del momento y recordaremos con rabia y pesar la gran persona que era nuestro amigo por siempre CABRERA.

Dios sabrá darte allí donde este el lugar que te corresponde, descanse en paz.

Un amigo

era una gran persona siempre te recordaremos

Con frecuencia me asaltan los recuerdos de Cabrera. Le conocí en un verano, de hace ya casi veinte años, le recuerdo con el pelo largo, pantalón corto y su bicicleta… ¿dónde estará su bicicleta?. Pronto me adoptó, como solía hacer con todo el mundo, como amigo. Me presentó a sus íntimos y a su familia, quería muchísimo a su padre, que también murió joven. Con su madre perdía pies y con su chica… que decir del amor que sentía por su Pepi. Era un hombre cariñoso, afable, divertido, inteligente, bondadoso … Con él compartí grandes momentos de mi vida que quedaran de forma indeleble en mi memoria. Cabrera, mi primo como solía llamarle, fue un hombre del que aprendí muchas cosas templanza, análisis, compresión, humidad, perseverancia. Era un buen gran hombre.

Recuerdo su permanente e imborrable sonrisa, su gran sentido del humor y sus ganas de divertirse. Vivió poco, pero lo hizo feliz y a su manera, nada que no fuera lo suyo le importaba, y no es que fuese pasota, sino que era tolerante, compresivo … humano.

Como a todo gran hombre, le gustaban las pequeñas cosas. Recuerdo haberle visto conocer la nieve, jugaba con ella como si de un niño se tratará, su cara iluminada y su cuerpo revolcándose entre el agua cuajada. Recuerdo sus caballas a la plancha, su guisos, sus risas entre amigos en las noches de verano en el campo del “Pernilo”.

Le recuerdo enamorado, acompañado de su fiel y siempre compañera Magüi, les recuerdo abrazándose, besándose, queriéndose… y es que creo que eran tal para cual.

Manuel, marcó un antes y un después en mi vida, fue un gran amigo al que fui perdiendo poco a poco, cuando le visitó la muerte, aparentemente, estábamos muy distantes, pero él y yo sabemos que siempre fuimos y seremos amigos. Donde esté, se estará riendo de nosotros, pues nunca nadie ni nada le hará perder la alegría.

Me alegra que vuelvas a este tu foro,en esta ocasion para algo tan bonito como rendir homenaje a un amigo,me han emocionado de verdad tus palabras,el que ha perdido a algun amigo/a,te entiende,muy bellas tus palabras y seguro que merecidas.