Almensilla - Sevilla

Andalucía imparable

El fantástico coche oficial

De aquel coche fantástico que hablaba con su dueño, a estos fantásticos coches oficiales que sirven para ir al karaoke: el progreso es así

francisco robles / sevilla

Día 22/01/2011 - 04.10h

7 comentarios

Andalucía va a ninguna parte pero en coche oficial. Sus dirigentes no se bajan de esos audis cuyo anagrama podría servir para bautizar a más de uno con ese nombre mítico entre mítico y guasón: el Señor de los Arillos. No hay más que asomarse a ese patio el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, hoy reconvertido en el Aparcamiento de los Cuatro Aros, para comprobar el poderío que se gasta el poder con los impuestos de los demás. Mientras se anuncian medidas la mar de progres para combatir el cambio climático y disminuir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, los vehículos de alta gama esperan pacientemente que sus señorías abandonen el escaño para volver a su residencia habitual o para quedarse a las puertas de algún restaurante donde la Visa Gañote actualiza el milagro de la multiplicación de los panes y los mariscos.
De vez en cuando se descubre que el coche asignado a un organismo se emplea para llevar a un jerarca del partido de su casa al trabajo y viceversa. Y no ocurre nada. O que un miembro de algún consejillo destinado a colocar a los afines lo usa para desplazarse a su pueblo aunque le paguemos la vivienda que ocupa en Sevilla. Y tampoco pasa nada. Ahora nos enteramos de que un ex consejero delegado de una empresa pública está imputado por usar su coche oficial para desplazarse hasta Ikea con el fin de comprar alguna estantería que luego montaría en su casa para dar ejemplo a la ciudadanía. Si no fuera por estos próceres, ¿qué sería de nosotros?
El señor Llaguno, que así se apellida el interfecto, estaba al frente de la Empresa Pública de Desarrollo Pesquero y Agrario. Así se explica que se desplazara en el vehículo oficial hasta la sede del karaoke donde ejercía una actividad de hondo calado para el progreso de Andalucía. ¿Cantaría las canciones olvidadas de Camilo Sesto y de Raphael? ¿Se atrevería con los temas de Nino Bravo? ¿O lo suyo era el flamenco, que por algo es patrimonio de la humanidad gracias a la Junta de Andalucía que tiene las competencias estatutarias de la soleá de Frijones, de la malagueña de Chacón y de la milonga de Griñán?
Todo esto sería un asunto propio de la ironía si no fuera por las cifras del paro que está dejando a miles y miles de hogares andaluces en la sima de la desesperación. Algo que no les preocupa a estos privilegiados del Régimen que viven a la sombra de las prebendas del sistema. Se saben impunes. En una democracia como Montesquieu manda, alguien que abusara del dinero público estaría obligado, de momento, a devolverlo. Hasta el último céntimo. Tanto de gasolina, tanto de chófer, tanto de amortización del vehículo, tanto de desgaste de las ruedas incluida la de repuesto… Y a soltar los billetes para reparar el gasto ocasionado sin motivo ni razón. Pero aquí ya se sabe: el blindaje es tan absoluto que cuando salen escaldados de un puesto son recolocados ipso facto en otro chiringuito del Régimen. Y a vivir, que son cuatro días aunque lleven casi treinta años en el poder.
Los coches oficiales se han convertido en el oscuro objeto de deseo, en la burbuja de lunas tintadas que tiñen la realidad andaluza con esos colores irisados que los llevan al país de las maravillas. Estos barandas no se montan en un autobús si no hay fotógrafos por medio. No usan el transporte público que tanto preconizan. ¿Caminar? Ni para ir al cuarto de baño. Se han instalado en esos signos ostentosos que tanto criticaban cuando eran progres aunque en aquella época el Parque Móvil de Ministerios fuera una broma si lo comparamos con los cientos de coches oficiales que recorren esta Andalucía de la Segunda Motorización. He aquí el nuevo eslogan con forma de pareado: «Del despacho al karaoke y el bolsillo que nadie me lo toque».
Tres avisos
Territorio comanche. El PP es como un coche de gasoil: lento, muy lento. Le ha costado años enterarse de qué va esto en Andalucía. No se han cortado un pelo a la hora de celebrar su convención en Sevilla. Ahora sólo les falta ganar las elecciones. ¿O es que piensan que el poder les tocará como si fuera un décimo de la lotería?
Submarinismo sindical. Lo cantaban The Beatles y ahora lo vuelven a cantar, en el karaoke de la política regional, los sindicatos que se han convertido en el Yellow sumbarine. UGT y CCOO están empeñados en ser el submarino del Régimen para asegurar el «decretazo». Submarino amarillo, claro está.
Funcionarios pertinaces. Hoy se celebrará otra manifestación de funcionarios que partirá desde San Telmo. Se agradece que en esta comunidad donde todo cae en el olvido —repasar las promesas de la Junta es justamente eso— haya gente que sea, al menos, tan pertinaz.

https://ww.abcdesevilla.es/20110122/andalucia/sevi-fantastico-coche-oficial-201101212230.html

Murcia imparable, Valencia imparable, Mallorca imparable, Galicia imparable, Madrid imparable. ¿Más?

No, no sigas, ya te has definido. ¿también te gustaría tener un audi oficial verdad?

FUNCIONARIOS DE VALENCIA IMPARABLES