Algámitas - Sevilla

Los 'vagos' del PER

Fernando / Rodríguez Villalobos | Actualizado 19.06.2010 - 01:00

0 comentarios 7 votos OTRA vez el tópico fácil. Otra vez el daño irreparable para la imagen de una tierra que trabaja como la que más. Otra vez la insolencia de aquéllos que nos quieren tachar de eso a los que no lo somos.

Porque ahora que la crisis la afronta con dignidad y entereza la clase media del país, hay algún aventajado -de los que ya tienen preparado su plan para evadir capitales si se gravan las grandes rentas- que llega para no dejar títere con cabeza por donde más sangría hace el momento actual.

De nuevo, desde la cúspide, desde las moquetas y los ventanales de oficinas y despachos a cientos de metros de altura, se busca la cabeza de los que menos tienen. A por los que más sienten y padecen la pérdida de liquidez y la falta de un mayor poder adquisitivo en medio de esta coyuntura.

Ahora ha sido el presidente de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero, el que ha secundado en estos días las palabras que antes, hace unos años, fueron de toda la pléyade de ministros y jerifaltes del PP -recuérdense palabras de Arenas o de Aparicio en otro tiempo-.

Y ha ido a dar de lleno. Nos regala calificativos como que el PER "fomenta la vagancia", y nos compara con aquellos espacios donde la cultura occidental ha arrinconado a una cultura milenaria como la de los indios americanos donde, según su opinión sólo hay "dinero, alcohol y tabaco y no sale ni un universitario".

Vagos. Eso es lo que somos. Vagos por ir, por ejemplo, a la recolecta de la aceituna cuando, a primera hora, el frío te atraviesa en el tractor y tienes que agazaparte en el remolque si quieres volver a moverte cuando llegues al tajo. Vagos por pelarte las manos tirando de la aceituna en la recolecta mientras que la hoja del olivo te corta los dedos. Vagos por soportar el sol de mediodía cuando recoges los aparejos. Vagos por estar agachados durante horas retirando las malas hierbas a los girasoles. Vagos por acudir a la recolecta de diversas frutas y soportar el peso de las cajas repletas de naranjas, melocotones o fresas.

Vagos, eso es lo que somos, por estar supeditados a la estacionalidad de un agro que da las peonadas cuando las da, y que en los periodos en que no hay trabajo te invita a buscarte la vida en hoteles de la costa o en aquellos puestos que nadie quiere. Vagos por echar el mes atrás con lo justo, porque tu casa huela a comida de garbanzos o a puchero un día sí y otro también.

Ésa es la vagancia de la que habla el egregio presidente de Sacyr Vallehermoso, segunda constructora y prestigiosa promotora de este país, cotizando en diversos índices bursátiles de esos que nos han conducido a la bancarrota. Un grupo empresarial que, a día de hoy, no estaría mal que nos contase cuántas subvenciones y beneficios ha recibido en sus empresas desde que iniciara su trayectoria en 1986.

Y llegados a este punto, calibrando el enorme desconocimiento que un murciano como Luis del Rivero puede llegar a tener de las otras dos comunidades autónomas que, junto a ellos, representamos el sur peninsular, me asaltan varias preguntas para colocarlas encima de las interminables mesas de los consejos de administración que se celebran a cientos de metros de altura, en oficinas acristaladas que aportan un dominio total del horizonte.

Y es que si el propio presidente de Sacyr, con 130 millones de euros, es capaz de sostener anualmente a las 160.000 familias que sólo en Andalucía tiran para adelante con esa renta, sería bueno concederle a esa compañía los citados presupuestos para que sostuviera las economías de toda esa pléyade humana.

"Dinero, alcohol y tabaco". Eso es lo que, según Luis del Rivero, practican aquellos que tienen que tirar del PER para vivir. Pero, siendo de Murcia, ¿se habrá sentado alguna vez Luis del Rivero a escuchar a un jornalero? ¿Habrá comprobado cómo en la vitalidad solidaria de los municipios, estas familias siguen adelante muchas veces gracias a que entre todos hacen piña?

Es la realidad cuando se tiene que vivir con lo puesto, y no con coches de lujo, cuentas de resultados y balances anuales.

En el medio rural, los balances anuales pasan por haber salvado otro año, tirando de toda la familia, y no por ganar un tanto por ciento más que el ejercicio anterior, traducido en millones de euros.

En definitiva, nadie debería discutir a día de hoy que el PER ha tenido una indiscutible repercusión positiva en la evolución de las zonas rurales de Andalucía y Extremadura.

Y como ejemplo, pondré casos de cómo este sistema de protección social ha contribuido a esa revolución silenciosa de nuestros pueblos. En Algámitas, el camping de ese municipio, hecho con fondos de este tipo, representa hoy por hoy todo un revulsivo turístico para su economía. En La Roda de Andalucía, la industria se abre paso con la promoción de un polígono industrial acometido a través del PER. En Arahal o Huévar, la formación se imparte desde centros levantados con estos fondos y, en El Rubio, la guardería infantil también ha recibido aportaciones de esta índole.

Así que nada más lejos de caminar hacia una reserva india con la promoción de estos fondos. Al contrario, el PER sigue vivo, en continua transformación y en su mejora nos afanamos cada día.

Por todo esto, sería bueno que el máximo dirigente de una empresa con la solvencia y el prestigio de la que preside Luis del Rivero, con episodios comprometidos en el escenario de colapso inmobiliario que atravesamos, no fuese por ahí con declaraciones tan alejadas de la realidad como las que ha hecho en las últimas fechas.

El sur, su comunidad de Murcia también, lo que menos necesita son agoreros de tal calado.

para algo bueno que se dice del pueblo y no lo comentais¡¡¡
a ver si somos un poco mas constructivos