*** Carta a los Reyes Magos *** Queridos Reyes Magos: No sé si aún os acordaréis de mí, supongo que no, pero es normal porque ya hace mucho que dejé de ser niña y por lo tanto de escribiros; creo que la última vez que lo hice fue hace muchos años. Después de tanto tiempo sin hablar con vosotros, os preguntaréis el porqué de mi carta. En realidad, he de confesar que aunque nuestra relación se rompiera, nunca olvidé lo bien que os portasteis conmigo: siempre me trajisteis todo lo que pedí. En la actualidad ya no conservo ninguno de aquellos regalos: ni las muñecas, ni el scalextric, ni tan siquiera la bicicleta. Todo quedó en mi infancia junto con mis sueños. Ya hace tanto tiempo de mi niñez, que a veces incluso me planteo que ocurrió en otra vida distinta; poco queda de aquellos felices años. Me he hecho mayor demasiado rápido, por eso ahora más que nunca necesito volver a soñar. Ya no es como antes, no quiero regalos materiales para jugar con ellos, que va, quiero cosas mucho más humanas, cosas que ni siquiera se compran con dinero. He de confesaros que al ir creciendo me fui dando cuenta de que la vida no era tan maravillosa como había pensado. Nunca llegué a comprender por qué unas personas eran felices y otras no; nunca entendí por qué algunas personas morían de hambre y otras, en cambio, podían disfrutar de suculentos manjares. Tampoco ahora comprendo por qué unos no tienen casa y otros tienen varias; ni por qué las personas se odian, se pegan, se matan… ¿por qué existe la guerra?, ¿por qué existe la pobreza?, ¿por qué las personas que mandan nunca consigue mejorar las cosas trascendentales?… Por todo esto, porque estoy muy desencantada con la vida, he decidido ponerme en contacto con vosotros, para que volváis a hacer realidad mis sueños. Sólo os pido que las cosas vayan mejor, pero para todo el mundo, no sólo para unos pocos. También os ruego que no le hagáis caso a aquellos que os piden dinero, poder, armamento… que estos no son sueños sino pesadillas; Estas personas se merecen todo el carbón del mundo. En definitiva, me gustaría que repartieseis mejor las ilusiones, porque todo el mundo merece soñar. Siempre vuestra. Un soñadora. C/Murillo |