Alcolea del Río - Sevilla

COSAS DE CASA


Si hay un trabajo para el que no hay sueldo suficiente para pagar, ese es el de ama de casa. Esa mujer que entra a trabajar en el momento en que pone los pies en el suelo, al salir de la cama; entra en el cuarto de baño para echar una meadilla rápida, y corriendo a la cocina para preparar el desayuno de los niños. Las tostadas, el Cola Cao, la mantequilla, la mermelada…, y entra el niño rascándose la cabeza. La madre lo mira de arriba abajo.
-¿te vas a ir así?. El niño con una camiseta de manga corta y un pantalón de chándal del verano pasado. Y en la calle una temperatura de -2º C.
-Que no me hables; que sabes que por la mañana no tengo ganas de hablar….
La madre deja al niño desayunando y viendo a Shin Chan mientras ella va hasta la habitación de la niña.
-Niña, que son las ocho y cuarto, ¿no te vas a levantar?.
-Luego…. –dice la niña, dándose la vuelta en la cama y tapándose la cabeza.- Hoy no tengo clase hasta las doce.
Vuelta a la cocina.
-Niño, ponte una sudadera que hace mucho frío.
-¡Que me dejes..!, ¿ves?, ya no me he enterado de lo que ha pasado…-dice la criatura tirando un trozo de tostada sobre el plato mientras se levanta de la silla, y se va a su habitación. Se pone unas deportivas. Entra en el baño, Se lava los dientes. Se pone gomina. Un poco de agua de colonia. Vuelve a su cuarto y sale con la chupa puesta y la mochila colgada a la espalda. Vuelve al baño. Más gomina. Después se va al salón y mira por la ventana para comprobar si han llegado ya sus colegas. Espera tres minutos…., ya llegan. Suelta la mochila en el suelo y lanza la chupa sobre el sofá y con grandes zancadas va otra vez al baño. ¡Qué me cago!.
Cuando el niño se marcha, la madre empieza sus tareas: la cocina, la lavadora, el salón, su habitación, pone la comida que se vaya haciendo a fuego lento, se da una ducha, recoge el baño, tiende la colada y entra en la habitación del niño. Salta por encima de unas deportivas que están en medio, el pantalón del pijama con calzoncillo incluido, un yo-yo y un calcetín blanco-mugriento. Se enreda en los cables de los mandos de la Playstation y los mandos caen al suelo. Se agacha a recogerlos y cuando se levanta se golpea contra la silla del escritorio que, lentamente, vuelva debido al peso que tiene en el respaldo. Lavanta la silla. Recoge la ropa del suelo: una sudadera negra, una sudadera de rayas (blanca y negra), una camiseta (negra), la camiseta del pijama, un pantalón (negro), un vaquero y otro calcetín…., gris. Selecciona la ropa: esto para lavar; esto para guardar…Ya está la ropa y el calzado ordenado. Ahora a limpiar el escritorio: una bolsa de Lays al jamón, vacía; una lata de coca cola, vacía también; un vaso con agua; un vaso con restos de coca cola que se ha quedado pegado al escritorio; un envoltorio de un chicle, un trozo de lápiz mordido, una funda de un juego (vacía), otra funda…, un disco ( sin funda), una hoja de cuaderno chuchurría, una fotocopia de la clase de tecnología, la guía del Marca de 2009 y un churrete de cocacola que queda al descubierto. Limpia el churrete y continúa: una revista de Pinto con cáscaras de pipas, una goma de borrar roída, un trozo de una pinza de la ropa, la bolsa de las pipas G, el muelle de la pinza…., ya queda poco: un examen de inglés (un notable, no está mal), otra hoja hecha una pelota; la estira para ver qué es: un monigote pintado a lápiz, con una pistola y un código de un juego (triángulo-cuadrado-círculo-círculo-triángulo-cuadrado). A la basura. Ya está limpio y reluciente el escritorio. Ahora… la cama. Quita el edredón (aunque la mitad está ya quitado, tirado a los pies de la cama), quita la manta y…¡sorpresa!: el otro calcetín blanco-mugriento. Fuera la sábana de arriba, un cojín grande, otro cojín pequeño, Mr. Bean y otro calcetín…,azul. Saca la sábana bajera, la sacude y hace la cama. Ahora a barrer. Mete el cepillo debajo de la cama y, antes de aparecer de nuevo, sale una pieza de Lego, una funda de un boli, un kleenex usado y una pelusa. Recoge la pieza de Lego, la limpia y la guarda en su lugar. Otra vez el cepillo bajo la cama. A ver que viene ahora…..¡sorpresa!: otro calcetín (blanco) en forma de rosquilla rebozada con pelusas y otra bola de papel. Desenrosca el calcetín, lo sacude y lo lanza al pasillo junto al resto de ropa sucia. La bola de papel….¡bien!, entró en la papelera. Ahora, antes de volver a meter el cepillo bajo la cama, echa una mirada…., ya no queda nada más que otra pelusilla. Hoy va a aprovechar que tiene tiempo y va a limpiar el armario por arriba. Va a por un taburete y comienza a pasar la bayeta. Cae un globo amarillo que se ha quedao sin aire. Cambia el taburete se lugar y otra vez arriba….pasa la bayeta y esta tropieza con algo. A tientas busca hasta alcanzar el objeto: un muñeco de Playmobil sin cabeza y al que le falta una mano. A la basura. Seguimos con la bayeta, y hora caen un botón, una bolsa de Doritos y un transformer enganchado al señor Samsonite en una batalla interminable. Los limpia y los deja, separados, en una tregua temporal, sobre el escritorio. ¡Prueba superada!.
Apaga la comida. Pone la mesa. Va a ver a la niña.
-He decidido que no voy a ir…., total para una clase….-dice la niña antes que la madre abra la boca.
A las dos y media vuelve el niño. -¡Hola, ¿qué hay de comida?.- Mochila al suelo, chupa a la cama, y cuando va a encender la videoconsola exclama: ¡alaaaaaaaaaaaaa!. Mi Samsonite y mi luchador…………, sin acordarse ya de quién los hizo desaparecer.

Celia ese niño me toca a mi y el primer dia me tiro por la ventana para no perder tiempo saliendo por la puerta; al mio mayor una vez le tire todas las cintas a la basura porque decia que esa era su habitacion y yo le decia que el piso era de la madre y mio y habia que acatar las normas lo entendio rapido. La pequeña sin problemas siempre tenia su habitacion organizada pillo de la madre en lo de ordenar.

Gil Pozzo de la republica

Celia un monologo muy bueno, yo con mis hijos no he tenido problema.


Ami hija la decia si no colocas el armario no sales y a mi hijo le decia loque no recojas va ala basura.

Y dio resultado.

Jajajaja, me he pasado un poco con el niño, ha quedado como un guarrete, pero era solo una forma de contar lo que los chicos se van dejando por la habitación en cuanto los pierdes de vista. Solo traté de echar un ratito ecribiendo algo pero no supe como terminar.
Un abrazo
callejuela er rio

Precioso el monólogo y muy realista, es la pura realidad cotidiana, pero bueno a base de ejemplos como los que han escrito aqui se van educandos estos hios nuestros que son nuestros mejor tesoro, el monólogo parece sacado de una película de Almodovar, muy bueno.

un abrazo
el de la Soledad