Alcolea del Río - Sevilla

El silencio de los corderos

12/02/2013

El Gobierno de Mariano Rajoy ha emprendido una sorda pero muy dura cruzada contra los pocos grandes medios de comunicación que no le son afines. El más importante grupo mediático español, Prisa, y dos cadenas de televisión, La Sexta y Cuatro, están en el punto de mira del PP. Mediante operaciones diversas, desde el acoso por parte del sector financiero y empresarial en el caso de Prisa hasta el uso y abuso de la regulación de la TDT en el caso de los citados canales, el PP se ha propuesto acallar las pocas voces discrepantes en el panorama de los grandes medios de comunicación de nuestro país. La decisión está tomada ya y parece haberse acelerado con el estallido de los recientes escándalos de corrupción, básicamente con el decisivo papel ejercido por el diario El País con la publicación de los ya célebres “papeles de Bárcenas” y con la difusión de este escándalo por parte de La Sexta y Cuatro.

El PP quiere imponernos el silencio de los corderos. No tolera no ya la denuncia pública sino ni tan siquiera la discrepancia ideológica o la crítica política. Buena prueba de ello es la deriva propagandística que ha impuesto al conjunto de RTVE, en especial al conjunto de los programas informativos de TVE, convertidos cada vez más en meros remedos del “No-Do” franquista, al modo de lo ya realizado en otras cadenas públicas dominadas por el PP, como Telemadrid o Canal 9, por ejemplo.

La gran operación financiera y empresarial auspiciada por el Gobierno del PP para que el Banco Santander, La Caixa y Telefónica se hagan con el control accionarial del Grupo Prisa para imponer en él un significativo cambio de orientación editorial, unida a la cada vez más probable reordenación de las concesiones de TDT para que tanto Antena 3 como Tele 5 se vean condicionadas a clausurar o a cambiar de orientación también a sus respectivas filiales –La Sexta y Cuatro-, es una maniobra de gran calado político.

En una situación de gravísima crisis económica, política, institucional, cultural y sobre todo ética como la actual, resultaría particularmente grave y escandaloso que el Gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy lograse silenciar estas u otras de las escasas voces discrepantes en los grandes medios de comunicación. Sería un nuevo y muy grave retroceso en nuestro sistema democrático, un regreso al pasado que nos retrotraería a los tiempos de la dictadura franquista.

Jordi García-Soler es periodista y analista político

Al PP le ha entrado el miedo en el cuerpo ante el 28F

13/02/2013

Miedo en el cuerpo, eso es lo que le ha entrado al Partido Popular en Andalucía ante la convocatoria del 28 F. Los populares no han sido nunca muy proclives a este día de júbilo y orgullo. Siempre han querido eliminar de esta jornada su carácter reivindicativo.

Temerosos como están de que este 28 F sea más reivindicativo que en otras ediciones y que más gente salga a la calle por las circunstancias que vive el país y su propio partido, los populares se ponen el barro antes de que les pique el tábarro y han hecho un llamamiento para que no se no utilice el Día de Andalucía como día “de exclusión o revanchismo” contra el Gobierno. Sobrecogidos como están, ven que este Día de Andalucía está siendo apoyado masivamente por numerosos colectivos afectados por la crisis, los recortes, los desahucios y la política del Gobierno de Rajoy. Y es que ya lo dice el refrán, “Quién siembra vientos, recoge tempestades“.

El fenómeno de la corrupción se ha metido también de lleno en la convocatoria que ya hay distintos grupos que lo han incluido en sus demandas. El PP teme que las manifestaciones y reivindicaciones jaleen la corrupción que asola ahora al partido como una reivindicación más para luchar por la transparencia política.

Corrupción, recortes, privatizaciones, pensionazo, Iva, Bárcenas, Mato, Sepúlveda, sueldos y sobresueldos, precio gasolina y luz, paro galopante, Wert y Fátima Báñez, becas… decenas de vocablos para una sopa de letras en las que faltará vinilo o spray para ilustrar pancartas.

Y ese miedo en el cuerpo es lo que ha mostrado hoy el Partido Popular de Andalucía al pedir a PSOE-A e IULV-CA que ayuden a que el próximo Día de Andalucía sea un día “para la concordia, la unión y el diálogo” y el “día de todos los andaluces” y no lo utilicen, por tanto, como una jornada de “exclusión o revanchismo” contra su partido y contra el Gobierno de Mariano Rajoy. Es eso, lo que decíamos antes, ponerse el barro…

En todo caso no andan muy espabilados sobrecogidos como está y no parece que con declaraciones como la de la vicesecretaria de Asuntos Europeos del PP-A, Alicia Martínez, afirmando que tras el anuncio del PSOE-A de que respalda a la Plataforma Compromiso Social para el Progreso, se evidencia “una vez más que los socialistas se posicionan en los extremos” al mismo tiempo que tildaba a la plataforma de “pancartera del PSOE-A” y de ”brazo armado contra las políticas de Rajoy”. Haciendo amigos, se llama eso.

En todo caso hay que entender a los dirigentes del PP en estos días. No les da tiempo a hacer la digestión de un sapo cuando deben de engullirse otro. Con tanto sapo dentro es normal que se digan semejantes sandeces como las pronunciadas por Alicia Martínez.



* Juan Luis Valenzuela, periodista e historiador es Coordinador de ElPlural.com en Andalucía