Chorisos de pata negra, 5 -J Todo estaba impoluto en la boda imperial, concejal López Viejo, salvo la ética 07/01/2013 Parece que la trama Gürtel ha resucitado. Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud. Todavía, por fortuna, quedan jueces, dispuestos a limpiar este país de la corrupción de alto nivel, como Pablo Ruz. Leemos en El País’ versión Madrid: “El juez Ruz acorrala al exconsejero López Viejo como eje del ‘caso Gürtel’”. Y además: “El magistrado muestra el papel clave de la mano derecha de Aguirre en la trama. Es una vergüenza, de república bananera, que un affaire en el que aparecen pringados y bien pringados importantes dirigentes del PP, desde el tesorero –como en el caso Naseiro, qué casualidad- al último mono de los chorizos gürtelianos, no haya sido aún investigado a fondo. No son compatibles Han transcurrido varios años desde que estalló un asunto que retrata, una vez más, que la ética y la derecha española no son compatibles. Con lo de Naseiro los populares se agarraron a una cuestión formal bendecida por el Tribunal Supremo de la época. Esto sucedió a principios de la década de los noventa. Las presiones del PP lograron archivar el proceso judicial. Aguas putrefactas La cúpula del PP ordenó, al brotar con estrépito la mierda gürtel, desde el inicio de los hechos, taponar al máximo posible todas las alcantarillas cuyas aguas putrefactas eran ocultadas tratando así de ganar tiempo. La suerte del caso Naseiro Soñaron con la posibilidad de repetir la suerte del caso Naseiro, que hubiera liquidado política y judicialmente a José María Aznar, Manuel Fraga Iribarne y el tutti quanti de los populares. Grosería habitual Ahora intentaron hacer lo mismo que con el caso Naseiro. En esta ocasión llegaron a cargarse al juez Baltasar Garzón. Debieron pensar, con la grosería habitual en los chulos de playa, que “muerto el perro se acabó la rabia”. Garzón fue fusilado por dos temas tabús. ¿Ilegal escucha? El primero, investigar los crímenes del franquismo. El segundo, no volver a archivar el sumario acogiéndose a que había habido una ilegal escucha de abogados de los presuntos delincuentes de Gürtel. Otro ominoso episodio de los herederos de la dictadura. Boda imperial López Viejo, concejal de Limpieza, amigo del novio [Alejandro Agag], se encargó de “que las calles que rodeaban la discoteca Gabana, en la calle Velázquez estuvieran impolutas”, según lo publicado en el libro LosPPijos. Aludimos a la despedida de soltero de Agag y la hija de Aznar-Botella. Fue una boda imperial. No faltaron personajes implicados más tarde en el escándalo de la Gürtel. Todo estaba impoluto, salvo la ética. Pero, ojo, Gürtel ha resucitado |