Alcolea del Río - Sevilla

Mercè Rivas

¡A por todas!

Convertirnos en negocio

19/12/2012 Si usted es mileurista pagará exactamente lo mismo por una silla de ruedas, una prótesis de mama o un paladar por malformaciones congénitas que su jefe que cobra 95.000 euros al mes. ¡Eso es la justicia social de la derecha liberal!

Así lo ha decidido el presidente Rajoy y la ministra Ana Mato. Para ellos es lo mismo un salario que otro. Así como lo oyen. No sé si sus votantes piensan lo mismo.

Esa es sólo una parte del problema para Juan, ese mileurista, que está temblando ya que su padre, enfermo de leucemia, también va a tener que pagar parte de su tratamiento, dicen que cuatro euros por chute y no saben si el padre de Juan tendrá que pagar la ambulancia que le lleve al hospital para recibir la quimio o tendrán que echar mano de alguno de sus sobrinos en paro. Su madre, modista de profesión y por lo tanto autónoma está sufriendo una revisión de Hacienda ya que este organismo considera que presenta demasiados comprobantes de gastos y en lugar de llamarla y avisarla de las nuevas normas, por cada factura le aumenta la sanción.

Realmente la familia Gutiérrez, a la que pertenece Juan está desolada en el amplio sentido de la palabra. Pero no acaban ahí sus angustias.

Hace unos meses Juan y su mujer María habían decidido separarse, pero no lo van a poder hacer porque no tienen dinero para las tasas nuevas de Gallardón ni para pagar un altillo en donde malvivir el que se vaya de casa. Tienen un hijo de siete años, Juanito, que este año va al cole con el tupper ya que ha perdido la beca de comedor. Aún así debe pagar tres euros para calentar los macarrones que le prepara la abuela. Juanito es disléxico y el año pasado tenía un refuerzo en sus estudios, pero a la profe que lo impartía la han despedido.

El padre de María, mujer de Juan, llevaba ingresado unas semanas en el Instituto de Cardiología, ya que el hombre tiene sus problemas, pero a sus dos infartos ahora le suma la incertidumbre. No sabe que será de él. Llevan días sin calefacción y el día uno de enero les cortan el agua y la luz. La Comunidad se ha propuesto cerrarlo y a este paso van a morir de inanición.

Desde el pasado viernes, se ha dejado de operar y de recibir pacientes de rehabilitación cardiaca en dicho Instituto. Estos mismos enfermos, 130 en total, han recibido una notificación de que deben dejar de recibir esa rehabilitación posoperatoria. Se van a sus casas con la incertidumbre de si podrán seguir el tratamiento para recuperarse de su enfermedad. Algunos pacientes han acudido a sus médicos de cabecera para que les asignen un nuevo centro y no les están dado cita hasta 2014. Mientras tanto, su atención y recuperación quedan paralizadas.

Y los Gutierrez no saben qué hacer con el abuelo, ya que además el resto de hospitales de Madrid están en huelga, porque un tal Ignacio Gonzalez del PP quiere pasar a la historia como el primer presidente de Comunidad Autónoma en privatizar la sanidad de sus ciudadanos. Ha superado a los valencianos e incluso a Artur Mas con sus “retallades” (recortes).

El jefe de Juan, Don Julián, le reconoce que es muy duro lo que está pasando pero que hay que hacerlo porque los socialistas nos dejaron una mala herencia y porque la crisis es tremenda.

Claro que Don Julián tiene un sueldo de 95.000 euros al año y tiene a su madre en una Clínica privada porque se ha roto la cadera. Sus hijos estudian en un colegio del Opus en donde los niños están con los niños y las niñas con las niñas, por lo visto como dios manda. Su mujer, voluntaria de Manos Unidas, recolecta en reuniones de amigas dinero para hacer cestas de Navidad para los más pobres y su padre ya jubilado se queja de tener que pasar el invierno en Madrid porque hace frío. Normalmente él y su mujer pasan los meses más duros a quince kilómetros de Marbella porque en su día fueron ahorradores, se compraron un chaletito y pudieron crear una cuentita en Suiza. De lo que pasa en la sanidad pública ni se han enterado. No va con ellos.

Están encantados con sus nietos y con la educación que reciben y eso de que las pensiones no se suben ni les va ni les viene ya tienen su plan de pensiones y sus ahorrillos. En lo único que piensan es en que la abuela se recupere pronto y se puedan ir al Sur a disfrutar del clima y de la tranquilidad porque aseguran que Madrid está imposible con tanta manifestación.

Pues bien para el Gobierno, la familia Gutierrez y la familia Martinez de Abellán van en el mismo paquete. Da lo mismo ganar 12.000 euros al mes que 95.000. Ante la sanidad pública son lo mismo.

Pero ni Mato ni Rajoy sienten vergüenza ante semejante comparación, simplemente forma parte de su plan. Sus votantes tendrán que reflexionar ante el tema porque la meta está clara: “hay que convertir a España en un negocio”.

Mercè Rivas Torres es periodista y escritora

Mas claro el agua amigo lumbrera

Asi es amigo PUBLIO, tan claro como el agua y tan verdad como el sol que nos alumbra.

Saludos y felices fiestas para ti, tu familia y en general para toda la buena gente de bien...que las hay y mucha.

Un saludo
Un alcoleano

Igualmente,os deseo a ti y a tu familia salud y larga vida y tambien a tod@s l@s forer@s ¡felices fiestas!

Estoy jubilado desde el año 2003 y aún sigo pagando el treinta por ciento de cada medicamento que consumimos mi mujer y yo,lo que supone un gasto mensual de cien euros aproximadamente,si esto es justicia que venga Dios y lo vea,creo que los jubilados del copago se pueden dar con un canto en los dientes ya que "copagan"un euro por receta con un máximo de siete euros al mes.- Saludos cordiales a mis paisanos/as.