Aquí K. En el tiempo éste, exagera- damente confuso y extre- madamente degenera- do...uno, en su ingenuidad y cortas luces, no acaba de entender lo que pasa, aún menos qué o quién lo causa, aunque obvio es que autores ha de tener el triste panorama...me apunta un lector "adelantado", mirando por encima de mi hombro, que la Tele no dice lo que pasa sino que pasa lo que dice la Tele...ingeniosidad profunda que agradezco pero que no resuelve mi zozobra porque uno no ve la Tele, a excepción de 3 horas a la semana: una hora y media más descuento pa- ra el Betis y lo mismo para el Sevi- lla...por cierto, que tampoco lo en- tiendo: ¿qué se gana, guarda o ali- menta un sevillista deseando siem- pre que el Betis pierda hasta en los entrenamientos y qué de lo mismo, un bético siempre deseando que ga- ne el que juega contra el Sevilla?...de nuevo, el ya coautor de esta columna me dice que eso viene de lejos, una asignatura pendiente que el Sur to- davía no ha aprobado...llegado aquí, le cedo el rotulador y el cuaderno a mi bienhechor pero me dice que no, que luego hay que firmar el escrito y en eso su abuelo lo tenía bien ense- ñado :"¿Firmar?...°ni pá recogé bille- tes, niño!". A lo que iba, perdón íba- mos, que todavía sigue aquí de- trás...uno, en su candidez y brevedad de miras, espera que el gobernante gobierne, el opositor oposite lealmen- te, que se cumplan las sentencias fir- mes, que los obligados declaren la verdad a Hacienda, que los políticos no mientan..."°Ande...ande, hombre de Dios!- me interrumpe otra vez el "compañero"- no espere cosas raras o lo tomarán por loco!. Mire usted, a mi no me vaya a mentar pero le voy a decir algunas cosas: lo que pasa y se hace es el reflejo de lo que pasa y nos hacemos entre nosotros mismos, en nuestras pequeñas vidas cotidia- nas, en nuestras relaciones aldeanas, dentro de nuestros pequeños pue- blos y en nuestras propias casas. El mundo es usted y usted es el mundo. Allí y allá, salvando la ley de escala, es aquí y acá. No son cosas separa- das y distintas...¿comprende?".Con- mocionado hasta la última neurona, apenas balbuceo ¿y usted quién es?. " Pongamos...que mi nombre es K.” Saludos a todos. Manuel Navarro |