En caso de disputas, enfrentamientos y otras lindezas EN CASO DE DISPUTAS, ENFRENTAMIENTOS Y OTRAS LINDEZAS, -------------------------------------------------------- No es plato de buen gusto, pero la convivencia entre personas puede tener ,(en exceso), su sal y su pimienta. Para que el crecimiento personal sea autentico, (en esos casos) hay que hacerse las preguntas correctas y ser humildes para aceptar las respuestas. ¿ Porque repetimos los mismos errores una y otra vez?. ¿Será que medimos las emociones de los demás, con un rasero distinto al que utilizamos para nosotros?. Las faltas, ¿son siempre ajenas?. Nuestros juicios, ¿son honestos cuando somos una de la partes interesadas?. ¿Cuál es la verdad, la mía, la del otro, las dos, o ninguna? ¿Para que sirve la experiencia, sin el aconsejable, recuento de ganancias , y quiebras?. Ganar o perder ¿es cuestión de quien da la nota mas alta de trompeta? Las respuestas, ¿señalan la salida?, o ¿nos dejan en el mismo punto de partida, clavados al suelo como las estacas de una cerca?. Nuestra cerca. La que impide el paso a “nuestra propiedad privada” esa que defendemos a muerte contra quien sea. ¡¡ Ay!! de aquel que ose pasar por encima de ella. Preguntas, preguntas, preguntas…y posiblemente, ninguna induce al equilibrio, y sin el, no hay verdad completa. Y si… ¿Y si fuésemos capaces de mirar dentro de nosotros mismos? Algo así, como una analítica interna. Sin miedo a saber el diagnostico, más bien todo lo contrario, buscando si algo va mal para extirparlo de raíz. ¿Y si nuestra salud mental estuviera infectada?, O no. Interrogantes al ego, nos ponen las carnes abiertas Cuando hemos defendido, "a golpes de estado", nuestras opiniones personales, (muy personales), y la acritud se adueña de nuestra palabras; y los reproches son billetes de ida y vuelta; y el dolor llega, se para y se queda,… entonces, la RAZÓN se devalúa en razones con más o menos consistencia. Indudablemente, por delante y por detrás, se cierran puertas Matemáticamente hacemos cuentas, y un larguíiiisimo suma y sigue nos acredita como humanitario, compasivo, defensor del necesitado, generoso, protector, entregado, servicial, etcétera, etcétera. ¡¡ Que ingratitud !!.¡¡ Quien tenga dos dedos de frente, que lo explique para que yo lo entienda !!. Mira por donde, él de los dos dedos de frente eres tu mismo, si tienes el sentido común y la humildad de considerar la respuesta. ¿Quien en su sano juicio, mandaría a hacer gárgaras semejante chollo?. ¿Quien firmaría el despido de la gallina de los huevos de oro?. ¿Quién el tonto?. -Un loco. ¿Un loco, o el “beneficiario”, harto de pagar los elevados “intereses” que tanta "maravilla" cuesta?. Al final, el “agraciado” acaba planteándose si merece la pena. ¿Un bocadillo de salchichón con una cerveza, o caviar y champan entre reverencia y reverencia?. La espalda se resiente. Tanta genuflexión, pesa. Todos nos definimos como “buena gente” y seguro que lo somos, pero a veces, a otros, eso no les compensa si tienen que comulgar con ruedas de molino y digerirlas con o sin anestesia. La victoria es la ausencia de poderes por la fuerza y la dirige la inteligencia. Esa es la respuesta No somos el centro del mundo. El centro del mundo es el Ecuador y en él, se unen las dos mitades de la tierra. Un abrazo. Pepi Valero |